domingo, 22 de noviembre de 2009

REALIZAR NUESTRO DESEO.


Susana contemplaba diariamente aquel árbol cuando salía de trabajar en la fábrica. Tan robusto en su tronco, tan frondoso pero a la vez tan estilizado y elegante en sus ramas más altas ... Simulaba a una gran dinastía que orgullosamente mostraba todos sus integrantes, pasados y presentes. Lo divisaba y se veía subida a él, observando todo el paisaje frente a ella, sintiéndose como la reina del mundo, ese pequeño mundo que la mantenía separada del otro, el de verdad, el que se le tenía vedado por quién sabe cuánto o tal vez por siempre... Un domingo se acercó parsimoniosamente a él, lo rodeó con sus finas manos todavía y no se lo pensó más.
Empezó a subir rama a rama abrazada al tronco sin mirar hacia abajo hasta que hizo cumbre. Entonces lo vio todo por primera vez. Las casas, los caminos, aquel parque que decían se había construído hacía dos años... hasta los coches que circulaban allá donde ya no se distinguían las personas. La claridad que afrontaba el día no se notaba desde la base, en donde ella se situaba a diario. Veía los pajaros revolotear, extrañados por tenerla de okupa en su espacio. Hasta el aroma era diferente. Habían desaparecido los olores a rancio y obediente consentimiento que agobiaban sus monótonos trayectos diarios. Se sentía tan feliz en aquel instante...De pronto se levantó un vendaval, que por inesperado le sorprendió, olvidando asirse a lo que tuviera más cercano. Sus ramas se ladearon con tal intensidad que perdió el equilibrio y Susana fue cayendo de rellano en rellano "rámico" frenando su camino hasta que finalmente fue a dar con su cuerpo en el suelo...
Pasó entonces una vecina que había visto lo sucedido y, entre recriminante y preocupada, y casi con lágrimas en los ojos, le gritó las posibles consecuencias negativas de su aventura.
-No te preocupes- le contestó Susana- Sí, me he hecho daño, pero al menos he realizado mi deseo.

2 comentarios:

  1. Hoy te has superado, Guillermo. Tu lección debiera ser de obligado cumplimiento. Imagino que entre las normas del sonambulismo está la de realizar deseos y que para ello se deberá estar preparado al fracaso... por si sucede.
    Espero impaciente tu próxima aportación.
    Buenas noches.

    ResponderEliminar
  2. Qué bonito subir a un árbol y sentir el aire y ver el paisaje y sentirse vivo.
    Me identifico con Susana...

    ResponderEliminar