Leí en una ocasión que a la pasión amorosa hay que dirigirse como quien va a la guerra, entendiendo que de pasión también puede morirse. Si no te mata físicamente lo hará de otra forma, porque el amadoamante pone toda su carne, su cuerpo, su vida entera en el asador, y éso, el amadoamante no apasionado nunca lo hace... La pasión siempre es una lucha cuerpo a cuerpo, mirada a mirada, que enriquece la propia existencia, le empuja a explorar los propios y ajenos límites. ¿Será por lo que la pasión tiene fecha de caducidad?, ¿porque consume tal cantidad de energía que no hay forma de sustituirla...?.
Tal vez la vida es de diversos amores y de una sola pasión me dijo una vez un sabio sin título con el que disfrutaba la paz de una noche iluminada por millones de estrellas y el ruido del gran azul al fondo. Y puede que tuviera razón. Su gran experiencia de la vida le había llevado a ser fiel consigo mismo y a no decir nunca nada que no sintiera. No era tan estricto como don Quijote, que se calificaba ante los duques de enamorado no vicioso, sino platónico continente, pero sí en cambio le imagino como a Platón pellizcándole las nalgas a Carmides.
La pasión siempre lleva atracción, y amor, y selección, no siempre por elección, y siempre finaliza, (o concluye) igual.