domingo, 29 de marzo de 2020

EL DESTINO DEL CAMINANTE



Al Sonámbulo no le agradan los tópicos. Sabe de la existencia de la unicidad diversa, una paradoja más del caminante... Y de que no somos nunca todos iguales ni aunque se insista en querer serlo. Y allí está, además, lo mejor, en la diversidad, incluso en el mismo día... Las situaciones diferentes que nos proporciona una misma jornada nos hace solamente suponer cuál puede ser nuestro comportamiento. 
Reconoce el Sonámbulo que solo con el cuerpo es difícil de abrazar, que se precisa ese instante incontenido de química orgánica que le proporciona sinapsis de sensaciones cada una más intensa para dejar de lado la moderación y enlazarse activamente al/a la amado/a/amante y dejarse llevar por el deseo. Y es que sin movimiento no hay emoción. Sin pasión no hay movimiento deseante...
Recuerdo que leyó a ARS en su libro En los labios del agua, cómo Leila le dice al protagonista: " Los Sonámbulos somos cuerpos poseídos por los deseos hambrientos de miles de otras personas que murieron antes de realizar sus sueños, enredaderas de sueño, muchas veces con espinas. Nudos de sueños. Por eso estamos aquí, cumpliendo deseos de personas que no conocimos pero que ahora son deseos nuestros".
A la experiencia siempre le dice más el pasado que el futuro. Cada momento vivido es una teja más de una casa que con el paso del tiempo se acabará construyendo y que, sabiendo que llegará a desmoronarse se habita con alegría, porque sus moradores conocen el destino y viven instante a instante su realidad. De ahí que el deseo sea primordial para seguir caminando...

viernes, 20 de marzo de 2020

CRISTINA


Releo ese librito de poesías de Cristina Peri Rossi, "Estrategias del deseo", y me sigue gustando de principio a fin...Es un canto tan desesperante al amor y al desamor, a historias desenfrenadas de voluptuosidad sin autocensura que parece escrito para ser devorado por cualquier Sonámbulo que se precie.
Fue publicado por Lumen en 2004...ya. Estoy en la etapa en la que todo se ha hecho hace ya muchos años... aunque lea al  abrir la solapa una cita de Caballero Bonald que dice: "Somos el tiempo que nos queda". ¿Lo escribiría pensando que yo iba a pensar en lo que antes he escrito...o será que lo escribió cuando tenía mi edad...?. Se lo preguntaré. Junto a esta cita está otra del mejicano Homero Aridjis: "Hoy, entre los cuerpos cautivos del espejo, vi tu rostro fugitivo". Precioso. 

No sé qué poema me gusta más, si Once de septiembre o Perfume, si Invocación ( "Que tu cuerpo sea siempre un amado espacio de revelaciones.......") o Exaltación libidinal... si Fetiche o Amores a distancia... No sé. Todos. 

En todos encuentro una biografía, un recuerdo o un sueño, incluso a sabiendas que sus características sexuales y las mías son opuestas. Sin embargo, cuando alguien de mi casta se adentra en estos dominios sin jefes, sin dueños, sin esquinas, todo hedonismo y placer, se comprende cada línea, cada punto suspensivo y sabe que el cuerpo se concentra en las manos y habla con los dedos. Nunca hemos sentido que una insinuación conviva con malentendidos sino que, como el agua, reconozca las formas por mucho que sea incomprensible e inajustado.

jueves, 19 de marzo de 2020

FUE EL GT A DISTANCIA QUE ME SALIÓ REFLEXIVO


Un Dybbuk (que significa “aferrarse” en hebreo) es un ser místico nacido en el folclore judío. Originario de Israel, las primeras historias conocidas sobre ellos tiene fecha en el siglo XVI. Se dice que es un demonio ancestral o el alma de un pecador que deambula entre los dos mundos para escapar del castigo que le espera por sus acciones pero también puede tratarse de la esencia de una persona muerta a la cual le han quedado cosas pendientes que hacer en vida. Un Dybbuk, dicen, es sólo energía, no posee una forma corpórea y carece de género sexual, pero posee  los cuerpos humanos, en su mayoría mujeres, para vivir en ellos, ya que él es un espíritu errante que no tiene cabida en el cielo, no puede o no sabe cómo llegar a él. Se dice que siempre regresa a la tierra para concluir su obra, la que sea. No estoy muy de acuerdo...Sexualmente puede ser tanto en la mujer como en el hombre acechantes ambos ante esa llamada de lo salvajemente perfecto ... y en ello reside la hermosura del momento.Posiblemente, sí exista un Dybbuk del deseo.
Otros lo han comparado como un fantasma que viaja de cuerpo en cuerpo completando y dejando inconclusas historias de amor y desamor, juntando y separando espíritus inconformistas una y otra vez... Es como una espiral desajustada que se cierne sobre amados y amantes en diferentes frecuencias de confluencia llegando a un caos engañoso. 
En cierta manera el deseo es ese concierto que elimina el desconcierto, que libera el caos y lo ciñe a un camino por el que el humano se deja hacer, esperando una meta que si no es deseada es solo una llegada...

miércoles, 18 de marzo de 2020

MUERA EL BICHO, VIVA LA VIDA


Hoy, el Sonámbulo deja su taza de té Darjeeling bengalí con jenjibre y una cucharadita de miel sobre su mesa de despacho y articula una sonrisa esquiva... Está solo, ve la calle desierta, desde donde no se aprecia el gran azul mientras escucha de fondo a una mortezina Diana Krall  avivar su voz para contagiar a los aspergios de su piano. Es momento de discriminar al tedio, al miedo y a la zozobra por agentes externos que marginen la ilusión y la esperanza, esa enfermedad mortal de la que nunca se acaba de morir... Hoy, el Sonámbulo quiere animar a la vida, para que se aferre a los amadosamantes hasta que duela: la vida no es más que una oportunidad, no debe desaprovecharse, rozar su frontera pero evitar traspasarla, ese suave lugar donde termina todo. Sus momentos son tan dichosos...
No recuerdo donde leí que la vida es un vaivén de recuerdo y esperanza y que nos coloca y descoloca como piezas de una partida de ajedrez, de la que no sabemos quién la juega ni quién la gana, tan sólo quién la pierde. 
El humano se encuentra solo entre muchos porque se ha perdido, porque no encuentra a quien está buscando...ése es el motivo del por qué no se reconoce qué vale realmente en el camino, ése al que hay que pararse de vez en cuando, a su vera, y contemplar cómo las nubes pasan generando figuras algodonosas que solo ven de igual manera los que la ven con los mismos ojos. Identificar la soledad con infelicidad o desamor no es razonable...No supone su soledad que él converse solo sino que converse a solas, que no es lo mismo. De la misma forma no todos los sentimientos están en los poemas sino en los silencios que ellos conllevan, como lo imborrable no deja huella , solo calor y color. 
El Sonámbulo manda su mente a lugares que ha conocido, olido, transgredido tal vez incluso, pero que le han viciado de lo que algunos denominan felicidad y que él apellida como imborrablemente hedonistas, porque satisfacerse con el placer es lo más positivo que puede hacerse hoy en todo el mundo para quedarse...o despedirse.

domingo, 15 de marzo de 2020

LA IMAGINACIÓN COTIZA EN LA BOLSA DE LOS SENTIDOS


Es impresionante el lenguaje de la imaginación, aquel que habla el idioma de lo escondido, de lo que el paladar de la amargura transmuta hasta hacerse mariposas. Cuenta ARS que Henri Michaux, el poeta de lo mínimo, visitó Mogador y compró una manzana, y esa noche en su hotel escribió lo siguiente que incluyó más tarde en su libro: Pongo una manzana sobre la mesa. Luego me meto en la manzana. ¡Qué maravillosa tranquilidad!.
Más tarde otro estudioso, Gaston Bachelard, filósofo, epistemólogo, poeta, físico, profesor y crítico literario francés, autor interesado por la historia de la ciencia moderna o contemporánea, y al mismo tiempo por la imaginación literaria, a la que dedicó una atención paralela lo analiza en un capítulo entero de su libro sobre la imaginación poética vinculada a la tierra y los deseos de intimidad. Lo compara con la sensación de Gustave Flaubert,  uno de los mejores novelistas occidentales, conocido principalmente por su excelente novela Madame Bovary, y por su escrupulosa devoción a su arte y su estilo, cuyo mejor ejemplo fue su interminable búsqueda de le mot juste.
Bachelard, como nos recuerda ARS,  en el jardín del que habla Michaux en su estancia en Mogador, es más completo por ser más diminuto, porque cualquier espacio u objeto pequeño siempre es más grande y emocionante que uno inmenso. De allí la manzana y lo que para él representaba... Posiblemente sea comparable a que existen zonas del cuerpo de la amadaamante o del amadoamante que debido a su sensibilidad no dependen del tamaño sino de su manejo, de cómo se le trata, de la dulzura y el respeto con el que se le entrega la dedicación en su aplicación. Y no quiera decirse con ello que el exceso sea siempre lo idóneo sino que en ocasiones se transforme en insuficiencia si todos los sentidos no se encuentran en óptimo estado. 
Lo mínimo, lo escueto, es siempre relacionado con la intensidad, y nunca la brevedad se agota en la duración si bien al contrario, por ello el Sonámbulo aísla su dedicación y aconseja vivir cada instante como fuera el último acotando su entusiasmo, haciéndolo vivo en cada pulsación, como Michaux, como quien les escribe...hoy y siempre.

miércoles, 4 de marzo de 2020

132



Hay hechos que, aunque verdaderos, solo existen al ser narrados. Y posiblemente sucede más frecuentemente cuando la temática es referida al sexo, a ese realismo mágico del que se bebe para seguir sintiendo que el otro/la otra nos impregna con su presencia, con su silencioso deseo... Y así es bueno recordar enciclopedias que enseñan... El Ananga ranga (‘los matices del dios del amor’) o el Kamaladhiplava (el bote en el mar del amor) es un manual sexual indio escrito en el siglo XVI por Kalaiana Mal la. El poeta escribió esta obra en honor al rey Lad Khan, hijo de Ahmed Khan Lodi, pertenecientes a la dinastía Lodi, que gobernó el norte de la India (llamado en esa época el imperio afgano) desde la ciudad de Delhi entre 1451 y 1526, y de quien Kaliana era contemporáneo. En tal obra, el autor divide a las mujeres en cuatro clases: Padmini, Chitrini, Shankhini y Hastini. A todas ellas les asigna una serie de características, tanto morfológicas, como comportamentales, apetencias mundanas, como aquellas que derivan en el amor y el sexo. 
Si nos referimos al Kama Sutra, del que se conocen dos: El Jayamangla y el Sutra vritti, compuesto entre el siglo X y XIII, también originario de India, se centra más en el comportamiento sexual del humano. Se compone de 36 capítulos que tratan sobre 7 temas diferentes, cada uno de los cuales fue escrito por un experto en el campo. Vatsiaiana, su autor, creía que hay 12 maneras básicas de hacer el amor y 8 posiciones principales. El Kama sutra tiene un total de 64 "artes", nombre que da el autor a la combinación de una manera de hacer el amor con una posición. El capítulo que enumera las múltiples artes es el más conocido, y es un error muy común confundir éste con el Kama sutra cuando en realidad es sólo una parte de él, dado que hacer el amor es el arte de jugar el uno con el otro, descubrir cuáles son los puntos más sensibles de la pareja con la finalidad de que sienta placer y siempre tenga en cuenta cuál es la diferencia entre ambos. 
Los dos manuales citados anteriormente son curiosos en su lectura debido a la simplicidad que en algunos aspectos son referidos a la mujer y los resultados de saber interpretarlos, como el resultado que su uso generan, en otros. No son en absoluto similares en su concepto a este siglo XXI aunque, sin embargo, sí que se orientan los dos a que las dos partes de la pareja disfruten en el juego amoroso y sexual.

El Sonámbulo mantiene que la variedad de personalidades femeninas son múltiples, muchas menos en el caso del hombre, y que conocerlas a todas es una misión extremadamente complicada y abocada al fracaso: basta equivocarse permanentemente para considerar que es suficiente, por mucho que en ocasiones mantenga que la sabiduría es un modo de relación que no se reduce a la adquisición del conocimiento,  siendo una forma de vivirlo... ¿...masoquismo...?. Posiblemente. En todo caso, patología.  
Importa más, yéndome al Jardín más íntimo, querer montarse en el viento con sus sueños,  y crear lo inesperado en el cuerpo de la amadadamante y oir su jardín en su calma, que despierte el deseo de seguir contemplándolo, aunque las flores, como dice ARS, se muevan noche y día y la imagen de la manzana recree otro jardín, el de la tranquilidad, feliz como MIchaux en su diminuto huerto improvisado.