Conviene recordar lo importante que es en el sentimiento amoroso la vinculación de lo erótico en la amistad, y viceversa, para que de esa unión despegue esa palabra tan manoseada y vomitada en exceso de la que se pierde el respeto más nimio. Porque cuando existe no es necesaria ya. Se hace o se siente. La amistad es la parte del amor que se apea del éxtasis. La amistad, si existe sola, es un amor imperfecto porque le falta lo erótico, y el eros es un amor imperfecto también porque carece lo amistoso con su firme y sosegada lealtad. Sería magnífico, como le dijo Ashia, que la erótico permaneciera permanentemente, sí, es cierto...pero no...fuera ese rey Midas que enriquece todo lo que toca aún a riesgo de que no sea lo que esencialmente quiera conseguir.
Mientras sentía el escalofrío de su tacto en todo su cuerpo, imaginaba que le siguiera la eternidad y no la desesperación, aunque a la larga llevara implícitamente el consuelo: como el tóxico que, si no mata, se convierte en antídoto.
