lunes, 9 de noviembre de 2009

LOS SONÁMBULOS.


"Los sonámbulos no distinguen entre la realidad y el deseo. Su realidad más amplia, más tangible, más corporal es el deseo. Me muevo porque deseo. La vida en sociedad es un espeso tejido de deseos. El hogar una casa de deseos. La alcoba un jardín deseos. Mi jardín es la trenza de mis deseos con la naturaleza. La realidad es también, y sobre todo, aquello que deseo".
(Tomado de En los labios del agua. De ARS).
El día, la noche, que no siento ser, mi organismo se da cuenta y me trata mal. Cuando, en cambio, mi atención está en lo que me permite seguir siendo, me reconforta, me da tranquilidad, me dice que llame a quienes son de los míos, los de mi casta. Y me anima a contestarles cuando me llaman y de lo concentrado que estoy en lo que hago no les atiendo. No ser y seguir siendo es totalmente imposible.

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