sábado, 1 de abril de 2017

MITOLOGÍA GRIEGA, QUE SIEMPRE ENSEÑA SI SE DESEA APRENDER



«Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo escaso. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito». 

Como si fuéramos los lectores de aquel anuncio escrito por Ernest Shackleton (carismático viajero y explorador irlandés, que resultó un absoluto fracaso, pues ni siquiera lograron acercarse al continente antártico, aunque se registraron más de 5000 hombres...) en la página de anuncios del Times de 1907 con el fin de explorar el Antártico, el humano se apunta a lo más insospechado en cuanto su hedonismo le sugiere que es un soplo la vida y que, como el tango de Gardel, errante en las sombras busca y mira y en ocasiones hasta encuentra el objetivo para lidiar esa vida que en ocasiones no se sabe cómo darle sentido sin decir cual March, Don Groucho, "paren el mundo que me bajo...".

Me han dicho demasiadas veces que la soledad les era insoportable, que las pérdidas no sabían ya cómo asumirlas, que el eco de las miradas resonaban excesivamente fuertes en el interior de sus mentes sin perder la cordura..., que me he visto en la obligación de decirles que existen tantas soledades como personas solas, y que la soledad, como algún otro sentimiento, se perfecciona por el uso, y que la soledad es la única forma de crear. Y lo asumo. Como también afirmo sin lugar a dudas que el humano es excesivamente exigente porque ha conocido el deseo, el amor, y su antítesis no figuraba en las asignaturas de la vida, éso que siempre es echar de menos para su persistente exigencia inmoderada que le gobierna más que los dogmas. 
La vida, como dejé entrever en el último de mis mensajes, es mudar, de destino, de rutinas, de tipo de lectura, hasta de compañeros de camino, porque cambiamos constantemente sin apreciarnos de ello, aunque la vida sea siempre un retorno (diferente...) a los confusos centros en donde Eurídice medita sin haber podido sortear a Caronte, Cerbero o al dios Hades.Y aún siendo todo un mito, a ella acudirá Orfeo, sucumbiendo cuando todo lo tenía ya conquistado. Y es que hasta en la mitología griega, el hombre era bastante ¡cómo decirlo!...¿desequilibrado?, ¿o será como decía Cervantes : en la vida, el camino vale más que la posada...?. 
Se admiten posibilidades.

1 comentario:

  1. Da igual si lo mejor es camino o posada , lo importante es no dejar heridos en nuestro camino y no confundir posadas con castillos .
    La mitología griega nos ayuda a entender en muchas ocasiones el presente de las cosas . Falta nos hace .

    ResponderEliminar