sábado, 29 de enero de 2011

EL SUEÑO DENTRO DEL SUEÑO.

Cuenta Aziz en sus Sexto Sueño, que una mujer se metió en su sueño. Aunque no podía verla, intuía su presencia y notaba cómo le tocaba por todo el cuerpo, cómo se expandía y diluía su tacto como el agua de una fuente. Quiso despertar pero le fue imposible y se durmió de nuevo en su sueño, soñando de nuevo. En él veía cómo se bañaba dentro de una fuente y sumergido en su agua aparecía ella de nuevo abrazándole por todo él. Ella era el agua, ella era el sueño soñado.
¿Existe el dueño de algún corazón que no intervenga en sus razonamientos, que no se apague ni se demore ni ambicione nada, que deje a la mente campo libre para moverse sin ansiedad ni miedo?. ¿Quién gozará de un corazón moldeable, capaz de recibir ajenas cautelas, de no considerarse ni considerar al del lado, como distinto o enemigo?. Fundirse en el deseo inconsciente es la esencia de todo ser con su procesador cognitivo en correctas condiciones, Que procese y almacene y, sin embargo, inconscientemente, descubra que está amando. ¿Cómo llegué, qué camino tomé...?, se preguntará.
Un monje se acercó a Joshu y le dijo:
-¿Qué dirías si no traigo nada conmigo?.
-Tíralo- replicó Joshu.
-Pero maestro- contestó el monje- ¡No traigo nada!.
-Entonces, carga con ello.
(Tradicional zen)

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