miércoles, 4 de agosto de 2010

APRENDER A MIRAR

Dice un proverbio japonés que "El sentido de la vida, es dar a la vida sentido". Parece tan sencillo pero es muy difícil para desgraciadamente tantos... En realidad es motivación lo que nos mueve. Desgranar cada día como lo distinto que es del anterior, y fundamentalmente librarse de lo tóxico para adoptar el hábito de no tener que pensar en ello para hacerlo.
Recuerdo que un día, un sabio indio fue a entrevistarse con un Buda.
-He oido decir que el budismo es una escuela de iluminación. ¿Qué método utilizáis?, ¿cómo es vuestro día a día?.
-Andamos, comemos, nos lavamos y nos sentamos- respondió el Buda.
-Pero... todo el mundo anda, come, se lava y se sienta. ¿Qué es lo extraordinario?.
-Sabio hombre-respondió el Buda- cuando nosotros andamos, somos conscientes de que andamos. Cuando comemos, somos conscientes de que comemos... Las personas, en general, cuando andan, comen, se lavan o se sientan, no son conscientes de lo que están haciendo.
-¿Y eso es lo que puede ayudarnos a acercarnos a la iluminación y abrirnos a la naturaleza del buda?.
-Todos los seres humanos son intrínsecamente budas, dotados de sabiduría y virtud. Pero, como los espíritus de los hombres están cegados por el pensamiento ilusorio, ellos no se dan cuenta.
Imagino, desde la ignorancia de la que me estoy seguro poseer cuanto más años cumplo, que gastaré toda mi vida (lo que me queda ya de ella) en busca de esas enseñanzas que están en mí y que cada día intento encontrar... El día que no lo haga mi vida habrá perdido sentido.

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