miércoles, 11 de junio de 2014

AMBIGÜEDAD

Es recomendable buscar momentos en que separar la realidad y mutarla en deseo. Ayuda a caminar...
Los Sonámbulos son más proclives a sentir la realidad de forma más amplia, más perceptible, más deseante, ubicar el deseo en cada espacio de su actualidad, percibirlo desde la nebulosa que conoce y ansía de forma inconsciente, como todo lo que innecesariamente precisa esfuerzo para ser conseguido.
En todos los sitios hay huellas de una historia pasada, arrumbada y difícil, una historia en ocasiones sin nombre, en donde el mundo ha naufragado y se ha convertido en hogar.
Es tan difícil sentirse como tú dices... me respondió alguien una vez. 
Lo fácil parece complicado - le respondí- cuando damos la espalda a lo que había: laberintos, fosos y alambradas... pero compáralo con lo que antes tenías y has logrado huir, ¿qué importa el resto si a tu espalda no se oyen ya ruidos sino el rumor del gran azul golpear suavemente las piedras. Mójate los pies, siente la humedad del agua lamerte los pies mientras caminas mientras imaginas la terribilitá de la belleza de una figura de Miguel Ángel o recuerdas el Miserere de Bécquer: Fuerza y dulzura en una misma sensación. Reconoce la ambigüedad de todo, la conmoción que llevó a Marguerite Durás en la banda sonora de Alain Resnais a decir: Tu me tues. Tu me fais du bien. 
Hazlo y háblalo hasta que reconozcas que hay hechos que, aunque sean verdaderos, solo existen al ser narrados.

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