sábado, 21 de mayo de 2022

PENSAMIENTOS INCONCLUSOS (3)

 



Con su sarong subido hasta los torneados muslos, sus pies descalzos serpenteando las olas y con el atardecer al fondo, dibujaba la imagen que bien podría pertenecer a un documental del National Geographic. La mañana había comenzado con una sesión de drishti impartida por un nativo posiblemente cultivado en alguna academia británica cuya noche no parecía que fuera a ser como la de ella. Durante el día, la comunión con la naturaleza sería el lógico continuum de un viaje a los desconocido y probablemente nunca más revisitado. Debía aspirarse por lo tanto todo lo que estaba a su alcance, dejar que la naturaleza y penetrara por cualquier parte de su cuerpo. 
La ambientación que le circundaba era especial para él. La humedad del país hacía estragos en las estatuas de piedra que acompañaban los caminos y que simulaban guardianes feroces de espíritus deformes que luego los lugareños incluían en sus danzas. La superstición de pueblos desconocidos no son más que las mismas que los occidentales poseemos y que denominamos creencias verdaderas. Es por ello que al integrante de la casta le impresionaba todo aquello que veía y sentía. 

Ella dominaba su biosfera contagiando a quien la mirase. Él se sintió elegido desde el principio en que la vio, hacía ya varios días, según su relato posterior. Lo atraía hacia su superficie corpórea y envolvía con su mirada cualquier atisbo a ser meramente racional. 
La cabaña en donde lo cobijó aquella noche fue mecida por el agua oceánica y el viento de los dioses indonésicos, lo vistió de nube...No hubo música pero los acordes de los sentidos se hacían notar en toda la aldea. El idioma nunca ha sido un inconveniente para los que se sumergen en la casta; saben de un lenguaje que germina en cuanto se principia a usar, el tacto, es el principal que se usa, el que determina la puerta de entrada a los misterios del alma envueltos en lo físico, la que orienta en donde se encuentran los límites o en qué lugar el gusto es el magnánimo líder del deseo por devenir, aquel sabor a limón que tan solo en ella había descubierto indagando en todos sus cavidades.
Descubrió que llevaba trozos de leyendas escondidas entre los dedos de sus manos y pies, cartas de amor y poemas, creativos de tradiciones y culturas arcaicas renovadas y fundamentalmente de pasiones compartidas que la enseñaban a inventar nuevas sensaciones inolvidables.

6 comentarios:

  1. Lunática22 mayo, 2022

    La vida, ya a mis años, poco puede darme que me sorprenda pero aprendo de tus subliminales mensajes que ilusionan todavía y que no parecen imposibles.

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    1. Sonámbulo28 mayo, 2022

      Me alegra saber que mis palabras sirven, aunque mis relatos realmente no busquen ese cometido. Son solamente sinapsis de recuerdos que necesitan brotar para seguir viviendo.

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    2. Sonámbulo29 mayo, 2022

      Y seguro que tu edad biográfica no corresponde en absoluto con la que transmites...¿A que no estoy equivocado?

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  2. Pues aunque su intención sea muy individualista en esta ocasión parece que ha tenido buen efecto .

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  3. Comentas,Sonámbulo, que "El idioma nunca ha sido un inconveniente para los que se sumergen en la casta" y no puedo estar más de acuerdo. Hace tiempo que te sigo y quizás me equivoque, pero me considero integrante de esta casta tan llena de vida en la que me has embarcado. Esta convicción me da fuerza para afirmar que su idioma es pura percepción de los sentidos al mas alto nivel y el AMOR . Otras cosas ayudan, pero son accesorios. Mil gracias

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  4. Sonámbulo29 mayo, 2022

    Gracias, Invisible, por tus palabras. Observo que has comprendido lo que en profundidad conllevan mis relatos, reflexiones...deseos...siempre deseos positivos hacia momentos que inspiran confianza en lo humano éso que en ocasiones se olvida existe. Los integrantes de la casta tendemos a ocultar nuestro interior...pero es imposible...Flota como un nenúfar que parece inútil poder hacerlo. Somos deseo constante que pugna por ser controlado pero...
    Te deseo un buen día.

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