domingo, 22 de enero de 2012

LA FILOSOFÍA DEL DESEO.


Sostiene un amigo mío que el estoicismo es la filosofía más pragmática, la que sostiene nuestra forma de ser actual, sin ella no resistiría el ser humano. Le contesto que aún todo va más allá. Zenón observó el mundo que nos rodea, el cosmos, y extrajo la conclusión de que éste se encuentra organizado por una Razón universal, según una finalidad que se nos escapa. Él aducía que nada estaba dejado al azar. (Yo añado que nadie) A ésto sí que de nada servía, entonces, rebelarse ni lamentarse.
Le hago ver que alguien que tenga fe en la vida y que esté convencido de que todo lo que sucede es beneficioso, aunque las apariencias indiquen lo contrario, desarrollará una confianza y un optimismo que alimentará más esa creencia. Cuando más consideramos los regalos de la vida, más nos llegan, más se valora la esencia de cualquier acción inmaterial. Esa confianza, esa tranquilidad del alma, la llamaron los estóicos apatheia.

En el mundo del deseo, su mecanismo de acción es muy similar, se espera positivamente, se almacena la energía suficiente para verterla sobre esa magia que provocan dos seres humanos. Las espiritualidades orientales usan la la fe, la confianza y el deseo de maneras indiferentes. El budismo parte de una constatacíón empírica en el Dharma, las enseñanzas de Buda. Sin él, todo progreso espiritual no existe. Es comprensible que si no tenemos confianza, fe, deseo en lo que deseamos conseguir... no alcanzaremos el provecho.
Los Sonámbulos, la casta del deseo, reconocen esta máxima para crecer su interior, para disfrutar de algo que se les impuso y que, sin embargo, puede llegar a ser magnífico.

2 comentarios:

  1. Los sonámbulos son los unicos capacitados de conocer de antemano la verdad unica sin tener previa nocion de ella?

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  2. Sonámbulo24 enero, 2012

    Lamentablemente, no hay una verdad única, querido anónimo.

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