sábado, 7 de enero de 2012

CACTUS DESEANTES




Releo cuanto dice ARS acerca del Jardín de cactus de Mogador, plantas que alguien llevó desde su Méjico natal a la ciudad del deseo, jardín que habla de extravagancias hacedoras de realidades sonámbulas basadas en el origen mismo, en su propio genoma del que desconocía ser poseedor...


¿O no es tal que un cáctus habite en donde, realmente, debiera haber estado siempre... ?. ¿...O fue de él de donde partió hacia tierras lejanas para más tarde orquestar su regreso?.


¿Tienen memoria esas plantas, supervivientes de climas angostos, ahorradoras de lo que a otros sobra o ahoga...?.


¿Será este mensaje encubierto de parquedades lo que inhibe impulsos que el espíritu deseara manifestar...?.


Es, posiblemente, la alocución de un misterio el que nos une a otros de los que nunca se supuso poder llegar a estar unidos, cimbreando momentos sobre la diáfana estructura, medular en esencia, de un acercamiento, de una respiración acompasada de contemplaciones jadeantes. Tal vez pueda ser ese agua ahorrada en resecas tardes tropicales lo que inunda esa unión atemporal, como lo son las que permanecen por siempre, una palabra asustante pero, en definitiva... deseante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario