lunes, 12 de octubre de 2009

DESEO DE FETICHES.

Me gusta la poesía de Cristina Peri Rossi. Lo reconozco. Es tan brutal, tan sin límites que en ocasiones, para definir pensamientos es ideal.
FETICHE es una de su mejores poemas. Algo de él dice:

Fetiche tu cuerpo
fetiches tus pechos
fetiches de mi deseo de lujuria
...

fetiches tus nalgas, lunas paralelas
fetiches tus labios blancos
fetiche tu orgasmo desgajado
raiz del fondo de la tierra
...

Ejemplo de deseo, como el que más, es la inspiración, que es elástica, móvil y serena para evitar ser sorprendida por otros que puedan interferirla en su única mansión, la comúnmente vívida.

Al deseo se le ha de dar la medalla al mérito imaginativo, tan precario... tan escasamente fecundo...

Los deseantes nunca son seres zozobrantes, son catedráticos de la indiferencia hacia lo vulgar, aunque por ello se vean abocados a la soledad de quien transmuta la palabra porque su diccionario es de hojas níveas.

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