domingo, 27 de septiembre de 2009

DESEO INTERMINABLE

Donde el deseo todo habita
el aire es a la ventana
lo que la red a los peces.
(Fórmula grabada sobre una ventana de Mogador en el siglo XII)

Este pequeño texto tomado del libro Los nombres del aire, de ARS, recuerda la importancia del deseo para los sonámbulos. Renueva el pensamiento que sin deseo no hay vida. Cualquiera que note vacíos está queriendo seguir conociéndose, acercarse al motivo por el que un día es un universo para continuar sintiendo que todo merece ser. Una mirada, una opresión en el interior, se interpreta como el bálsamo añorante de una esperanza que pugna por asirse.
Nunca los sonámbulos se creen perfectos, es más, recelan de la perfección, siempre interpretan que todo queda por hacer, de distinta manera, sin final en nada.

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