Me decía un buen amigo, alguien al que no fuí y que la casualidad nos juntó, que a la vida se le ha de dar sentido, de lo contrario, no es vida ni es nada.
El tiempo me hizo acudir a esta reflexión cuando me paré a la vera del camino y ver cómo pasaban las nubes.
La vida debe ser analizada periódicamente: ¿vamos por el camino adecuado para que tengamos momentos felices, o hemos tomado el inadecuado?, ¿sentimos o consentimos...?, ¿saboreamos o deglutimos...? ...
Definir el sentido, obliga a resetear nuestra escala de valores, que no deben ser obligatoriamente los mismos siempre. Cada vez comprendo, estimulo y valoro a las personas que dan un giro a su trayectoria vital, ya sea profesional, sentimental o cualquiera diferente, para seguir otro, a veces muy distinto y en nada parejo al anterior.
También me he preguntado en muchas ocasiones: ¿Hay personas que pueden no tener que cambiar nunca...?
Hola Guillermo,
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog y tus periplos por el mundo :D Dice el Popol Vuh de los mayas: "Cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón: quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca."
Yo creo que le tenemos miedo al cambio porque nos identificamos y aferramos tanto a nuestras certezas y miedos que pasan a formar parte de lo que somos, y consecuentemente no es sencillo desembarazarse de ellos aunque nos lastren.
Permanecer abierto al cambio suele ser positivo: el medio, las circunstancias y los demás cambian, y nosotros con ellos, aunque no siempre seamos conscientes o nos resistamos.
Gracias por tus fotos y tus reflexiones :D