sábado, 18 de marzo de 2023

MEMORIA


 


Hay días que amanecen al anochecer y ganan sonidos al silencio para conmemorar algo que me dijo un atormentado día un sabio al que la casualidad quiso que me encontrara: el mejor modo de medir el amor es que sea sin medida. Es posible... del mismo modo que cuando se explica a alguien qué es la soledad le signifique que no ha de entenderse como algo totalmente opuesto al acompañamiento, como escribieron Lennon y MacCartney en Eleanor Rigby, que siempre existe un rayo más grande, siempre un exceso superior... 

Los péndulos del ancho reloj del océano, como dice ARS en uno de sus libros, son las olas y las mareas intentando acariciar el vientre y la espalda de su amadaamante, de la misma forma que siempre esté deseando hacerlo en sus sueños deseantes. Y en ese acúmulo de agua estaría pensando ahora, mientras se sumergiera en el deleite de la mirada al horizonte incierto, severo, cambiante de color y de luz...

Hoy, cuando se permite el placer del recuerdo se ve sometido también al olvido posible, a sus formas sofisticadas de permanecer, a esa memoria a medida, leve y frágil, esa gran voluntad que quien nos creó la quiso así, para que todo pueda, sin temor ni rencor, seguir viviendo. 
En su mente sabe que lo extravagante, lo caprichoso, es una forma rudimentaria de excelencia que puede ser también muy sofisticada. Lo adorna y embellece con las formas que más ambiciona, inconscientemente en ocasiones, tal vez demasiadas, sabiendo profundamente que lo inolvidable es imposible, de ahí lo que entendemos como memoria.

3 comentarios:

  1. Los recuerdos siempre son un arma de doble filo, ¿no crees?

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    1. Tienes razón, pero el humano cuenta con la inteligencia de saber distinguir aquellos que le dañan. Los recuerdos mal elaborados son fácilmente manipulables por la imaginación humana, y hacerlos a criterio de cómo la ilusión lo hubiera deseado...y el masoquismo nunca conduce a nada bueno.

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  2. Gracias Sonámbulo.
    Los malos recuerdos hay que arrancarlos como a las malas hierbas, y los buenos, debemos tenerlos presentes para seguir "viviendo". No importan las circunstancias, lo que se ha vivido con autenticidad y amor perdura tozudo en nuestro presente. Así es.
    Un abrazo

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