sábado, 18 de junio de 2016

SERÁ SIEMPRE POSIBLEMENTE.


Existen desasosiegos que se oyen al ser pensados, y la mayoría de las ocasiones acompañan a la presencia de una soledad malentendida, clavada como una presencia maldita, extranjera en una penumbra interna que busca la luz. Los veo siempre como desterrados en la frontera de un duelo titubeante, mañana de resaca que vomita tristezas y abandonos orales... Es ese silencio empolvado de remordimiento fatuo en forma de fauces malolientes intentando ahuyentar el aroma a madreselva y manzana de un tiempo pasado. Merece la pena ser,  recordar sus dos sonrisas, las que justifican o justificaron momentos dibujados en húmedas pieles hambrientas de contacto, amnésicas de palabras y la que tatuaron la atracción a la que todos se muestran o mostraron cercanos, atraídos por su letal aroma a infinito.

3 comentarios:

  1. Desde el otro lado de tu Atlántico, reputado Sonámbulo, te leemos tus reflexiones, tus comentarios a escenas de tus vidas, a las posibles respuestas a protagonistas de letras o de símbolos o a descarnadas realidades, ¡qué más da!. Te digo, te decimos, es una delicia escucharte.

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    1. Sonámbulo23 junio, 2016

      Lo importante es estar. El donde importa menos. Te digo que las ausencias indeseadas pueden ser álgidas, pero siempre con una obsolescencia programada, nunca dejándose por sentirse culpable. Sensibilidades siamesas siempre hay a la vuelta del primer árbol que te encuentres.

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  2. Obsolescencia programada ? Pensaba que ese término se quedaba para las grandes multinacionales .
    ¿ También los seres humanos tienen fecha de caducidad ? Triste .

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