viernes, 26 de diciembre de 2014

ANATOMÍA DEL DESEO CUM LAUDE


Hace tiempo le leí a ARS en Nueve veces el asombro, que cuando se habla del cuerpo y del sexo en Mogador, se pasa a describir muy fácilmente lo invisible de lo visible o cómo la imaginación prende más en las mentes de los que hablan. El estudio de la anatomía incluye lo que se ve y lo que no se ve ni se toca también en aquella ciudad. Allí comienza la esencia de quienes serán deseantes, próximos colindantes conocidos como "los sonámbulos". Son personas que dan más importancia a ese delirio interno de cómo siente a su amadoamante, a su otro yo con el que unirse desenfrenadamente en una subasta ganada de antemano a su propia conciencia de pobre humano que desea antes que cree, que siente antes que posee. No verá el sonámbulo una larva de melancolía junto a él cuando ame con toda su intención codiciadamente desconocida, como la voluta de humo que asciende a un firmamento demasiado inconsistente para acoplarse con él... No. Verá tan solo esa vibración insostenida y esperada, ondulante y consistente, que saca a flote esa esperanza de un momento, de un instante que nunca más será el mismo, como todos, y que siempre parecerá haberle restado existencia a sus pretensiones más aguardadas. De hecho, la asignatura más importante siempre será la Anatomía del deseo, fusión de destinos ignotos... siempre.

2 comentarios:

  1. He perdido el deseo, Sonámbulo...¿qué me aconsejas?

    ResponderEliminar
  2. Sonámbulo04 junio, 2018

    No ví tu correo a tiempo. Espero, quiero ardientemente, que lo hayas encontrado porque sin deseo nada vale la pena. Si tuviera que darte un consejo te diría que observes a todo y a todos los que te rodean y siente qué notas cuando les miras. Siempre habrá algo o alguien que te responderá de una forma telepática, insonora, informal a esa ausencia que posees en ese instante. Pruébalo y me dices...

    ResponderEliminar