Observa el Sonámbulo cómo parecía que se movía la piedra bajo el agua, como si quisiera salir, y no se movía, la piedra no se movía: solo se movía el agua. Le recordaba la nostalgia de aquellos brazos, las lágrimas que los mojaron sin llegar a comprender el motivo y el por qué... él permanecía silencioso, momentáneamente e s p a c i a n t e. Otros hubieran actuado tan decididos por el miedo que alcanzaran a ser tenidos como valientes. Él no. Él tan solo llegó a pensar que hay días en que ni siquiera lo imposible tiene lugar.
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