domingo, 19 de junio de 2022

PENSAMIENTOS ZOZOBRANTES


Aquella noche la presentía diferente. Las imágenes gemían y el viento las despojaba en abrasados círculos. ¿Qué sueños, qué senderos de nieve se habían recorrido hasta llegar al Sonámbulo?, cómo había ocurrido el encuentro?. Se había vertido sobre él ese éxtasis del que habla Cicerón y que no es más que un milagro gratuito y esporádico al que pocos descubren y menos aún conocen.
Adivinaba el canto de los gallos nocturnos, los caminos que se ensanchan para quienes se van: un camino maldito para quien persevera. Dentro del esplendor de toda transparencia la tierra fosforecía. La tierra de ese estío persistente, del viento detenido que convoca al vacío, y la zozobra maldita le convocaba a pasados desfiles de sombras que encendieron sus entrañas en apasionados sentimientos acampados sobre el agua marina. 
Uno de los muchos sabios con los que se encontró por el camino le dijo que la sola posibilidad de no despertar hace del dormir una despedida llena de experiencias, de dolores y sinsabores a los que hay que dejar pasar para mudar la conciencia, trascenderse a sí mismo, como definen al individuo que siente el orgasmo, que se esfuma, se evapora, se le derrite el cuerpo, se suspende el mundo...

2 comentarios:

  1. Pues si, Sonámbulo. Surgen noches a lo largo de la vida que nuestra mente inquieta no nos permite conciliar el sueño. Nos lleva por sorprendentes caminos entre angustias y delicias que si logramos interpretar nos conducen, en contadas ocasiones, a paraísos que como tu apuntas merecen una vida.
    PAZ

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  2. Sonámbulo14 agosto, 2022

    Me alegra saber que mi mensaje llega. Las noches son, o para amar, o para descansar el ánimo. Desconozco en qué situación se encuentran tus noches, pero sí te aconsejo es que las lleves a escenas paradisíacas en las que el deseo prime sobre la realidad, los besos sobre las ausencias, las miradas sobre los adioses.

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