sábado, 26 de mayo de 2018

DILUVIO DE RECUERDOS


Los recuerdos siempre transportan a momentos especiales. Es inevitable. 

"Nos quitamos la ropa mientras subíamos,
había que despojarse de todo, 
y llegar desnudos de ataduras a tu encuentro.
¿Para qué queríamos el vestido impuro
si tú conoces cómo somos?.

Cuando te sentimos cerca,
nos cubriste con tu velo tibio.
Así quedamos, esperando que nos penetraras
con tu rayo de tiniebla,
hasta el dolor del amor en tu sueño."

Hacia la mar de Ítaca. José Mª Barceló.


Hoy, contemplando cómo se abrían los cielos y desplegaban toda su furia sobre nosotros, recordó los versos de este librito escrito por aquel gran amigo que  siempre se  tiene, inevitablemente, al que se llega por pura casualidad y cuyos caminos se mezclan de sinceridades mientras se habla de viajes por hacer y ya hechos, de sentimientos habidos y por venir, de vida por tener y ya entonces por retener porque se iba inexorablemente sin saberlo...
Su sonambulismo era de otra especie, de diferente subrayada ausencia de olas que nunca humedecían completamente la orilla, sensaciones entrelazadas en su interior como hilos de una tela muy espesa a la que nadie se tomara interés en extraer sus nudos.
Conocieron ambos a personas que cada noche les visitaban luciendo nostalgias, poblando vacíos con fantasmas teñidos de felicidad atrapados en momentos de alegrías efímeras despobladas de melancolías insinuadas. Eran tejedoras de impacientes manteles de deseo sobre los que la vida, su vida, estaba siendo servida, comida y derramada.
Qué verdad es lo que alguien un día dijo: "los recuerdos no pueden heredarse, son flores esporádicas y silvestres que nacen en donde menos se espera, incluso contra la propia voluntad". Posiblemente por eso hoy, día meteorológicamente inestable, los recuerdos han venido a él, al Sonámbulo impenitente, éstos y otros, de los que nadie es dueño, antojos caprichosos que formatean una vida para darle motivo de seguir siendo.

Los recuerdos presuponen su irrealidad: hay que apoyar o deshacer recuerdos con recuerdos, sí, inevitablemente, como la propia vida, que se hace y deshace continuamente, aunque una voz, un gesto, un guasap sepa de diferente manera a otras voces, otros gestos u otros guasaps...



5 comentarios:

  1. Quiero comentarte solamente que me gusta lo que dices y cómo lo dices. Es probable que el interior de tu escrito no sea el mismo que para ti, pero en estos momentos, en este mundo que me rodea me vale pensar en el por qué lo dices, Sonámbulo.

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  2. Que alegría mi querido sonámbulo poder volver a leerle!!Que preciosa manera tiene usted al empezar describiendo la auténtica amistad entre dos almas, en cuanto a los recuerdos yo no tengo el privilegio de que se me queden grabados la mayoría así que me quedare con que a veces disfruto las cosas buenas ya vividas varias veces como si fuera la primera vez. Siempre me ha gustado mucho esta frase que alguien utilizo para describir la esencia de los recuerdos ' El placer es la flor que florece; el recuerdo es el perfume que perdura.Siempre un placer leerle.

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  3. Sonámbulo31 mayo, 2018

    Se agradece que las ausencias sean colonizadas por la esperanza, y que los recuerdos siempre estén presentes.

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  4. Recordar los buenos momentos es volverlos a vivir casi con la misma intensidad , porque recordar es vivir .
    Recuerdo una frase de una estupenda película que me impactó mucho en su momento : “ la nostalgia es la única distracción que nos queda a los que no tenemos fe en el futuro “ ( La gran belleza ) Entonces dicha frase me pareció tremendamente triste pero despues la he comprendido .
    Pues eso , hasta los que han perdido la ilusión por vivir o les queda poco tiempo , la nostalgia del recuerdo les ayuda a seguir viviendo .

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  5. Sonámbulo05 junio, 2018

    Será casual...pero yo también ví aquella magistral película del gran Sorrentino. De hecho la he visto varias veces y posiblemente esta semana vuelva a verla. Usted me inspira volver a verla y recordar el motivo por el que la ví.
    Mi querido anónimo/a, siempre hay futuro, escaso o abundante, pero siempre lo hay en forma de un café con alguien al que se quiere, o entre gente que se le ve sintomáticamente feliz, o porque nuestra memoria ha instalado en ella un momento, un lugar, un tacto, una música, lo que sea que mereció seguir viviendo. La vida es excesivamente breve para pensar que no merece ser vivida. Alguien dijo que la nostalgia es un error, y cada vez lo creo más. La Gran belleza es una gran película pero hay que ponerse en Jep Gambardella, verdadero intérprete del film para afirmar lo que Ud. comenta hoy. Él tenía muchos motivos para decir lo que dijo, y formaban parte de un guión. Probablemente su guión sea otro menos frágil. Piénselo.

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