domingo, 5 de noviembre de 2017

LA CANCIÓN



Sabía que la música era su acompañante preferida para esas tardes sin final mientras consumía las hojas de un libro, pero desconocía el poder que tenía aquella canción. No había prestado atención al ritmo ni a la letra. La habría reproducido decenas de ocasiones en su Technichs de alta fidelidad, pero hasta esa ocasión no había taladrado su conciencia al punto de sentirse catatónico. ¿Qué sucedía...?, ¿por qué entonces y no antes o después...o nunca...?.
Recordó aquellos versos de ARS:

Tú bambú,
yo viento,
tú murmuras cuando me meto entre tus hojas,
yo tomo la forma de tu estremecimiento,
tú cantas moviendo lentamente la cabeza,
yo soplo en tu nuca: sigo o empujo tus movimientos..................


La racionalidad debe imperar, aunque sea a pequeñas dosis en la versatilidad del pensamiento humano, aunque nunca es lo mismo hablar de verdad que decirlo todo, quedarse exhausto y sin el yo  interior que nos permite caminar erectos porque solamente nosotros conocemos nuestros secretos. 
Su recuerdo se le apareció de repente. Poseía ese don, recuperar imágenes asociadas a sonidos, sin embargo, en ocasiones no es una habilidad, a veces es una restitución por un dolor ausente que le recordaba otro futuro. O no. 
El destino no se elige, se cumple, es furtivo, nos da pistas, sí...pero en forma de pasos de paloma. 
Posiblemente por ello la canción le estaba hablando. Probablemente fue por eso que la puso una y otra vez hasta que el sueño se apoderó de su recuerdo, lo sumergió en el brumoso olvido y evitó que el deseo se fuera volando. 
Al siguiente día asumió que hay hechos que, aunque verdaderos, solo existen al ser narrados, o escritos, o escuchados a uno mismo...

4 comentarios:

  1. Dicen que con el paso de los años se siente menos y se recuerda más , y puede que sea verdad , pero al final ¿ qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos ...?

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  2. Mi creencia es que los sentimientos permanecen hasta el último suspiro en el humano...siempre y cuando hayan existido antes, se hayan materializado en alguien o en algo, se haya tenido posibilidad de saber sentir, que no creas...no todos pueden. Los sentimientos son ese misterio cálido por donde la razón avanza a tientas y unas veces tropieza y otras llega a su destino de una forma feliz. Para sentir, evidentemente, hay que manejar los sentidos, hacerlos uno para con él o ella, o incluso ello cuando se hable de un espacio.
    Yo no estoy a favor de la melancolía. No trae más que ardor y re-sentimiento. Los recuerdos son traicioneros. De tanto recrearse en ellos se modelan al cómo querríamos que debieran haber sido. Creo que es más importante el equilibrio, igualar lo que fue con lo que es porque seguro que en este equilibrio se encuentra algo...no sé qué...pero algo.

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  3. No estoy en contra de la melancolía , como todo tiene su momento . Lo importante es que no se utilice como sustitutivo de la realidad presente .

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    Respuestas
    1. En eso último he de darte la razón.

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