miércoles, 4 de octubre de 2017

RESERVA DE DUDOSOS PENSAMIENTOS


Le dijo en una ocasión que las cosas nunca pasan porque sí, que todo conlleva una causa, como que si alguien te deja pasear por su cielo, mucho más exquisito, o exclusivo, o deleitable será que le de la clave de acceso a su infierno. 
Ese espíritu enigmático que se cruza en el camino, el de cualquiera, el de todos, sin ceder el paso, sin cederlo tú, fijando la mirada y estopando el tiempo, suele ser el causante de la elegancia del saber no estar, ningunear momentos, espaciar sensaciones y volcarlos en que cada día se tengan menos respuestas en común con la gente que tiene en común con otros. Y es que hay miradas que justifican una vida, aunque sea corta, miradas en las que quedarse a vivir y morir en ellas para dejar de tomar decisiones "en funciones". Las más de las veces es solo cuestión de aprender a superar menos y reemplazar más, y acercarse al rincón donde los susurros cotizan al alza.

2 comentarios:

  1. A la mirada hay que darle más importancia, sí.

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  2. Estoy de acuerdo contigo Sofía hay que mirar las miradas, me parece una de las formas de comunicación y expresión más auténtica, como decía Bécquer "El alma hablar puede con los ojos y también puede besar con la mirada"

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