Existe la espiralidad en los sueños. Cada vez estoy más convencido. Naturaleza y destino de situaciones que justifican vivencias, territorialiedades informes que alimentan al humano para describir sus sensaciones a los demás y a sí mismo cuando se habla.
Y es que es imposible vivir sin armonía, sin la complejidad de conciliar cada aspecto vital que subyace entre las distintas materias que nos rodean. O inmaterias...¡da igual!.
Armonía, equilibrio, simetrías o avenencias que sostienen algo inalienable deben ser justificadas: si se hace indispensable regresar, lo mejor es hacerlo sabiendo que el lugar y la situación son diferentes. Y nosotros, otros.
Los sueños, si no se recuerdan... no valen nada, por mucho que Freud se empeñara...
Sin sueños es imposible vivir.
ResponderEliminarLos sueños anuncian otra realidad posible . A veces es preciso perderse para volver a encontrarse .
ResponderEliminarQué razón tienes. Anónimo 2!
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