lunes, 9 de diciembre de 2013

ORALIDAD MOGADORIANA

Las gentes de Mogador no suelen hablar de sexo aunque sienten lo que ello conlleva de una forma tremendamente imaginativa.  Lo que aquí nos preocupa, allí lo es... en absoluto. Saben que el verdadero sexo es interno, nunca externo, que el delirio inmenso que sustenta tal palabra, tal sentimiento, no es jamás comparable con lo externo del término, que es un espejismo solamente. Y es, en cambio, la boca el órgano sexual considerado más radical, incluso más obsceno. Y es que ella dice, muerde, besa, toca, moja... desencadena pasiones. 
Es la única que libera pensamientos profundamente guardados, y que los modula, los alarga o los hace sucintos, graves o agudos, sensatos o irremediablemente increíbles. 
Será por lo tanto que a la mujer en Mogador le cuesta hablar, y no lo hace hasta descubrir a quien sabrá escucharla con tiento y delicadeza, con la sabiduría propia que proporciona dejar hablar y escuchar, escuchar y hablar interesadamente. De lo contrario la mudez se hará en ella.

2 comentarios:

  1. Muy acertada la reflexión que haces al respecto de la oralidad, de la sugestiva importancia de lo que se dice y CÓMO se dice, preámbulo de todo...
    Mi enhorabuena y gratitud por tu blog.

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  2. El sexo de la mujer es y será siempre un misterio. Lo hace con su vida por en medio, sin pensar en nada más, porque desea hacerlo, porque siente hacerlo, porque moriría si no lo hiciera con aquél o aquella a la que ama en ese instante. Yo soy mujer y cuando me abro lo hago con la plenitud de una luna, sembrando misterio pero con la luz tenue de quien se reserva únicamente para el ser amado.

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