domingo, 4 de diciembre de 2011

PALMERAL DESEANTE y DESEADO



Se sabe en Mogador que algunos de los andalusíes expulsados de España se instalaron allí varios siglos antes de la nueva fundación en el siglo XVIII y las murallas que ahora conocemos. Uno de ellos fue un descendiente de Ibn Hazm de Córdoba que construyó un palacio y un palmeral excepcional.




Estar en su interior semeja estar dentro de un lugar sagrado, entre luces y sombras, celosía que apenas permite la entrada de la luz y desde fuera se hace totalmente opaco. La frecura de los helechos le proporcionan el agua que necesitan para que sus entrelazadas ramas nos recuerden la arquería de la Mezquita Mayor de Córdoba.

Se dice que este alarife andalusí, dolido de añoranza, no cedió a su deseo de contemplar aquellas columnas de su tierra natal y no cedió hasta hacerlas vivas emigradas en serenas construcciones orgánicas para deleite de los que le siguieran en la vida.




El Sonámbulo también se siente emigrante, y su deseo le hace sembrar por equilibrar su sentido, para amortiguar el desequilibrio que la desazón le ocasiona y le agita. Su palmeral respira y se arquea en la sombra que le busca y ... lo encuentra

2 comentarios:

  1. No estas solo. Yo he abarcado todo el conocimiento existente a nivel universal

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  2. Sonámbulo26 enero, 2012

    Es un consuelo y también ¡por qué no! una satisfacción.

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