domingo, 6 de noviembre de 2011

TIEMPO SONÁMBULO




En Nueve veces el asombro, ARS cuenta que:


Dicen, con rítmica insistencia, que el tiempo en Mogador es otra entrada al cuerpo: un sexo abierto y profundo, una noche larga y buena, un apetecible misterio. Una aparición.


Tal vez en ello resida el ritmo que el tiempo tiene para los Sonámbulos, más cadencioso, menos acelerado que en otras culturas. Se intuye que pertenecen a quienes, como Neruda decía, viven a medio mar y cerca del crepúsculo, más allá de esas piedras y haciendo preguntas al viento.


En ocasiones, el tiempo resulta ser nuestro más fiel enemigo, sabe literalmente qué puede y qué no puede hacer quien se cree poseedor de él. Y no hay error más grande que ése, creer que se es dueño de un espacio, de un momento tras el que más tarde saldremos corriendo en su busca si no se usa adecuadamente. Carpe Diem..

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