Eligió ARS para la portada de su libro La mano de fuego (Alfaguara México) un cuadro de Edouard Debat-Ponsan titulado Le massage. En él, una mujer africana con el torso desnudo proporciona un masaje en un baño turco de la época, probablemente en un hammam, a otra joven. La carga erótica que desprende esta imagen no es la ocasionada por el pecho desnudo de la terapeuta sino por la sumisión, la letargia que se observa en quien recibe el masaje proveniente de unas manos fuertes pero a la vez suaves y dóciles con el cuerpo del que desea extraer las ensortijadas sensaciones por las que ha solicitado las fricciones liberadoras. Incluso su pie izquierdo apoyado sobre el contrario lo comunica. ARS lo califica de erotismo sonámbulo, ése que se entreparentesiza, detiene el tiempo sostenido por el sopor de quien se sabe está en su propio shangri la.
El sonámbulo, cualquiera de ellos, sabe que las metas, si no cuentan con el deseo, son solamente llegadas, al igual que sin pasión no hay movimiento y menos aún... emoción. En Le massage se intuye movimiento, letárgico, sí, pero movimiento interior, neuronal, serotoninérgico.
Si hubiera visto esa imagen de Le massage sin haber leído antes tu comentario se me habría pasado por alto todo lo que transmite, es verdad. Vemos pero no miramos, constantemente.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Tú ya has aprendido. Transmítelo...
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