Me dijo hace unos días que amaba por delegación, por lo que el Sonámbulo escribía y decía. Aunque todos están-estamos invitados a la pasión, a muchas les da miedo entrar porque desconocen con qué se van a encontrar. Pensar en lo ideal confunde, sí, como algunas manos no son de quienes las tienen, sí. Lo entiendo. Unos/as entran pensando el amor como pasión, otros/as se diluyen cuando solo hay pasión en el quicio de la entrada... y es que hay pasiones que son solo pasión, posiblemente porque no puedan existir de otra forma. ¡Y qué más da!. Lo importante es llegar a que los sentidos hablen por sí solos, a que las palabras tengan aroma, a no hacer preguntas al viento, como contaba Neruda, porque se le acababa el tiempo, ése gran ignoradoocultoincógnitoanónimo enemigo del humano...
Hoy, que el Sonámbulo es consciente de esa encomienda, le cuesta hablar de tópicos (como siempre... lo sabes). No sirven ni para hacerse una ligera idea de nada. Y aunque en las estaciones de tren al igual que en las floristerías, las probabilidades de todo son otras, nunca las que son/no son/no son, lo importante es ser luz, ésa que igual es pintora como estrella del rock. Convertirse en luz debiera ser la idea, aunque despertarse para sentirla... o seguirla, lleva a veces muchos años.