Aquella noche soñó que habitaba en el país de Alicia: "Si aspiras a vivir tú, deja que mueran las palabras. En tí ellas sustituyen al color, al sabor, a los aromas. Te mueres de hambre porque sólo ves naturalezas muertas muy bien pintadas, pero nadie te oferce comer. Un menú no es un banquete; saber la fórmula del agua no te saciará la sed; conocer qué son los estambres y los pistilos no te llevará a su aroma".
Adentrarse en la vida es como penetrar en el mar, descubrir que cada ola es distinta a la que antes lamió tu cuerpo, que intuye pero no reconoce, calma pero inquieta no saber con certeza cómo será la siguiente. Todo descubrimiento.
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