Le venía muy bien al Sonámbulo para ligar la meditación con el remedio, la buena salud intelectual y espiritual con la salud corporal. Mens, sana in corpore sano recordó. Y la razón estaba con el refrán, aunque no era mucho de dar verdad a esas máximas que repetían algunos como ser palabra de Dios, recordando lo que un día alguien le dijo: refrán antiguo, mentira vieja... . Sin embargo, le dijo a su acompañante, todos deberíamos llevar a cabo a diario unos minutos de meditación, de encuentro con nosotros mismos, en un mundo en el que resulta tan complicado reunirte contigo mismo y reflexionar acerca de lo que está ocurriendo en nuestro interior. Es una necesidad que transciende el ámbito mental para llegar a constituir algo físico.
Y a su recuerdo vino un poema del gran Ángel González del que lo asumió una frase de su contenido, la esencia: "Hay que ser muy valiente para vivir siempre con miedo...". Paliar los miedos lo facilita meditar, sentirse vivo y uno, frenar lo que ignora el equilibrio. El recorrido es largo, la solución no es rápida, pero compensa.
Efectivamente , la meditación ayuda a paliar los miedos , pero solo eso , a paliarlos . No estoy de acuerdo con la frase de Ángel González porque ser valiente no es una opción , ni tampoco una obligación . Lo importante es reconocerlos , saber de dónde vienen . Al final se acaba aceptando vivir con miedo .
ResponderEliminarCómo todo en la vida .
Tampoco a mí me vale, salvo como recurso poético, el poema del poeta. Los miedos deben ser curados. Y sí Sonámbulo, la meditación a mí me ha solucionado muchos momentos en mi vida, me ha ayudado a vivir. Gracias por haber vuelto.
ResponderEliminar