Advirtió que hacía mucho tiempo cómo ella fue llenándose con las larvas de la melancolía. Notó en sus intermitentes tristezas, la manera tensa en que su cuerpo se poblaba de necesidades, reptando entre quienes eran transacciones fluyentes sin más, fingidas consecuencias de vacíos inherentes. Miraba sin observar, prolongaba su cuerpo hasta un infinito del que desconocía su límite. Mogador le estaba hablando, inspiraba con ella aquel aroma de deseos sin enviudar. ¿Qué significado tenía el tiempo para ella, en aquellos momentos, desviviéndose por vivir, buscando un amor hecho a medida...?. Recordaba aquel bosque erotizado, llama vegetal, savia caminando por sus ramas como la sangre en las ramas de ciertos amantes.
Escaso pero interesante. Parece que ya vuelves a estar inspirado y complaciente
ResponderEliminarRetrato de mi vida pasada
ResponderEliminar