sábado, 21 de noviembre de 2020

EXTRAVÍOS


Sus miradas se cruzaron con  la curiosidad de haber sido diseñadas tiempos atrás. Ella se alojó en la despreocupación complacida de un silencio desentendido y prosiguió su caminar. Su memoria era en absoluto frágil, y aquella armonía no conjugaba con la humedad obscena e inadecuada que sentía en su secreto físico mejor guardado. Sentía la desnudez propia de quien se siente observada, sin exclusión, y aún así no demoró un instante en detenerse, volver su cabeza y ver su rostro observándole fijamente, traduciendo aquel mensaje que alguien le comentó en el pasado que sería como una oleada de sangre transportada en el viento, y que a partir de entonces todo alimento tendría diferente sabor, sus días más esperanzados, y  sus sueños siempre serían reinterpretados con diferente significado. Ahora solo faltaba que ese alguien le dijera que le invitara a tocar el tiempo con sus manos.

1 comentario:

  1. Necesitaba introducirme en esta historia. Son momentos en los que lo deseable es alejarse de la realidad. Gracias Sonámbulo

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