Sonaba a un tiempo en decadencia, templo de una deidad desaparecida en donde las miradas furtivas alimentaban a esa Chavela Vargas cantando Somos mientras otro tequila resbalaba por su esófago insensible ya a sensiblerías de media noche. Por un momento sintió que paseaba por el Q Bar de Bangkok que antes fue de Saigón, hoy Ho Chi MInh City, dispuesto a sentir el sanuk y pensar en vivir el minuto a minuto que depara la vida. Sin embargo, esa sauna envolvente que impide respirar con facilidad siempresiempresiempre nos devuelve al Blade Runner de la costumbre y le hizo ver que Hedonópolis es efímero hasta en los sueños y que las discusiones inútiles siempresiempresiempre dejan ese poso que sabe a una mala digestión.
La vida es una hosca supervisora de pasados inciertos y moribundos futuros a los que hay que mirar de soslayo, esperando constantemente a que nos equivoquemos, a que sintamos el gran peso de la duda y encontremos a la vuelta de la esquina el bolero que se haga realidad.
Sutilmente magnífico. Gracias
ResponderEliminarEspectacular y sensible como de costumbre!!!!Siempre hay un bolero o varios que se hacen realidad.
ResponderEliminar¿Podría ser el bolero Patrimonio de la Humanidad...?, pienso...
ResponderEliminarEl bolero es la esencia pura de sentimientos encontrados ; es el reflejo de las contradicciones que nos brinda la vida . Hay alguno que no podemos cantarlo porque duele y otros en cambio tienen licencia para matar tristezas al rescate de la esperanza perdida .
ResponderEliminar¡Cuanto entusiasmo despierta el bolero!. Estoy de acuerdo con todos. El bolero sirve para todo y todos/todas... Lo importante es que no caiga en los oídos de los que les gusta rap.
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