Existen Scherazades de nombres muy diversos que disfrazan noches de pasión y deseo con la codicia y credibilidad propia de un peregrino en busca de paraísos inexistentes. Y son esas convincentes memorias las que les posibilitan seguir existiendo, siendo sultanas en tierra de nadie, o pasar a convertirse en una triste copia de Nina Simone cantando Wild is the wind. Y es que siempre hay momentos que valen vidas.
La vida de los amadosamantes sonámbulos tienen ese inconfundible aroma a los poemas lorquianos que si no se leen con el rumor de una guitarra de fondo no se entienden, aunque posean ese sinsentir que acompaña a los sueños imposibles y eternamente atormentados; de igual manera que el amor nunca ha de entenderse, ha de sentirse, hacerse, ser una necesidad o no ser nada, ser recuerdo o ser reenajenado sin posible recuperación, porque el amor, por escaso que sea, es un pájaro, no hay que cortarle las alas para que no se vaya, no se encierre por temor, ser suspicaz de y con él. Al amor hay que ir, sin esperar, sin billete de vuelta, aunque sea en low cost, con el cuerpo concentrado en las manos y contando con los dedos los momentos que se ha sido feliz con él.
Dicen que la juventud es la edad predilecta para el amor, para hacerlo... Es posible aunque no lo crea en lo más mínimo. Discrepo desde lo más profundo porque el amor no tiene edad para ser deseado, su eternidad mientras dura lo explica perfectamente, aunque la eternidad dure siempre más que cualquier otro sentimiento y que la eternidad sea de cristal...como un sueño.
A veces la vida nos regala momentos mágicos, sincronocidades no buscadas que más tarde son las más deseadas .
ResponderEliminarPerder el equilibrio por amor es lo que hace mantener el equilibrio.
Totalmente de acuerdo. En ocasiones, el Sonámbulo ha escuchado verdaderos alardes de sensibilidad a personas que perdieron el equilibrio, que sintieron el peso del desconcierto en sus desvanes corpóreos destapando baúles en el cuarto oscuro de sus cabezas...diciendo cosas que habían soñado y nunca hicieron...
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