jueves, 25 de marzo de 2021

VIENTO FOEHNN


 

La vio ensimismada y mientras ella conocía a dónde llevan las corrientes del viento, él apenas comenzaba a apercibirse que su cuerpo estaba moviéndose en el aire. Era joven y sin la experiencia de haberse iniciado en los placeres y padecimientos de la pasión, guardando los primeros impulsos de su fascinación tormentosa hasta el límite de creer que nunca sería como sus congéneres mayores, disciplentes ante las situaciones amorosas o simplemente libidinosas. Ella, en cambio, tenía ya cicatrices en su memoria de las orillas que habían traspasado su cuerpo y antes su imaginación, manteniendo su entusiasmo  de sentirse fresca y y dispuesta a seguir disfrutando de ese foehnn magnético del que a menudo hablaban los mogadorianos.

Ella pronto sintió a su nuevo suspirante, cristalizado en uno de esos prismas que multiplican los reflejos de un estrecho haz de luz. Dudó. Sin embargo, pronto concluyó en querer probar lo que la inocencia podía descubrirle y proporcionar esa alegría que por fugaz posiblemente, no debiera impedirle el disfrute de los sentidos sobre su cuerpo. El hedonismo siempre ha elegido la intensidad frente a las hojas del calendario, y ella era fiel discípula de esa iglesia a la que los miembros de la casta recomendaban.

lunes, 8 de marzo de 2021

SE IMAGINÓ DENTRO DE SU PROPIA MENTE


Me contó que  de no escucharle decir su nombre había olvidado cómo se llamaba; era un amnésico perdido en aquel bosque de recuerdos. Mientras se refugiaba en aquella voz muda enturbiando un te amo, arañando la superficie de un pecho que pugnaba en ser besado, mordido hasta llegar al misterio que las piernas refugiaban el gemido deseante...Lamentaba saber que el mundo nunca sería el que se había imaginado en sus laberínticos sueños sonámbulos y que los muslos de su deseo se mantendrían menguados en el silencio de una carne sonrosada hasta permitir llegar la magia de la verticalidad que fue su isla silenciosa.

La pasión tan vivida siempre ha podido ser el inicio de esa tormenta sensorial de la que hablan los iluminados por el flash del destino, ése que nadie conoce y que todos afanosamente buscan por los principios de las líneas que deberán anudarse y desatarse sin cesar, observándolas, intentando adivinar qué sucederá con el solo placer de mirar...y la certeza de la duda planeante sobre el imaginario de acercarse lentamente a su boca, intentando probarse desde la nuca, rozando apenas su piel, notando el vello más sutil de su cuello, los lóbulos, las mejillas...

martes, 2 de marzo de 2021

CALEIDOSCOPIO SONÁMBULO


Recuerdo con frecuencia lo que se decía de la casta de Los Sonámbulos y que ARS nos enseñó. Se creía que era una secta o una sociedad secreta, y no, es una casta; tampoco una sociedad secreta, sino una naturaleza y un destino. Se hablaba también de la enciclopedia que cita a la casta de la importancia del calígrafo que la escribió y de los modos de existencia del deseo en el mundo. Refería también de la desaparición de hojas de tal enciclopedia, y que de entre ellas, por referencia, se citaba la espiral de los sueños. Y que existía en él una innovación mágica de la casta, dividida en nueve partes y que cada una tenía nueve sueños y además todo ello confluía en un edificio basado en la geometría y el simbolismo del número nueve. 
Muchos enamorados y profundamente deseantes, cuando se han detenido a pensar en sus grandes amores se han apercibido de que cuando han existido varias, la que hizo el número nueve tuvo mucho que ver en sus delirantes sueños sonámbulos que solamente encuentran su camino a la luz de la luna sabiendo que el castigo supone ver el alba antes que el resto del mundo.
Convertirse en el espectador de la propia vida, como decía Óscar Wilde, ahorra el sufrimiento de la vida. Aquellos nueve sueños que ARS me recuerda en su inmenso libro En los labios del agua, y que da comienzo con una a modo de dedicación: "A la que en sus sueños me despierta para entrar en ella..." han conformado siempre ese caleidoscopio de pasiones que construyen la vida. Alguien mueve los espejos y somos siempre diferentes según la persona que lo inclina...y ya entonces nunca se podrá contar de la misma forma ese tránsito.