miércoles, 18 de marzo de 2020

MUERA EL BICHO, VIVA LA VIDA


Hoy, el Sonámbulo deja su taza de té Darjeeling bengalí con jenjibre y una cucharadita de miel sobre su mesa de despacho y articula una sonrisa esquiva... Está solo, ve la calle desierta, desde donde no se aprecia el gran azul mientras escucha de fondo a una mortezina Diana Krall  avivar su voz para contagiar a los aspergios de su piano. Es momento de discriminar al tedio, al miedo y a la zozobra por agentes externos que marginen la ilusión y la esperanza, esa enfermedad mortal de la que nunca se acaba de morir... Hoy, el Sonámbulo quiere animar a la vida, para que se aferre a los amadosamantes hasta que duela: la vida no es más que una oportunidad, no debe desaprovecharse, rozar su frontera pero evitar traspasarla, ese suave lugar donde termina todo. Sus momentos son tan dichosos...
No recuerdo donde leí que la vida es un vaivén de recuerdo y esperanza y que nos coloca y descoloca como piezas de una partida de ajedrez, de la que no sabemos quién la juega ni quién la gana, tan sólo quién la pierde. 
El humano se encuentra solo entre muchos porque se ha perdido, porque no encuentra a quien está buscando...ése es el motivo del por qué no se reconoce qué vale realmente en el camino, ése al que hay que pararse de vez en cuando, a su vera, y contemplar cómo las nubes pasan generando figuras algodonosas que solo ven de igual manera los que la ven con los mismos ojos. Identificar la soledad con infelicidad o desamor no es razonable...No supone su soledad que él converse solo sino que converse a solas, que no es lo mismo. De la misma forma no todos los sentimientos están en los poemas sino en los silencios que ellos conllevan, como lo imborrable no deja huella , solo calor y color. 
El Sonámbulo manda su mente a lugares que ha conocido, olido, transgredido tal vez incluso, pero que le han viciado de lo que algunos denominan felicidad y que él apellida como imborrablemente hedonistas, porque satisfacerse con el placer es lo más positivo que puede hacerse hoy en todo el mundo para quedarse...o despedirse.

3 comentarios:

  1. Gracias, Sonámbulo, es un buen momento para este post.

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  2. Quizá estos días la desesperanza nos envuelve un poco a todos , pero los vaivenes de la vida son también la mejor oportunidad para agarrarnos fuertemente a ella . A nuestros deseos , a nuestras pasiones y a esos recuerdos tan imborrables que no hay desesperanza que pueda con ellos .
    Y si , la vida es comparable con una partida de ajedrez , no sabemos quien la juega ni quien la gana , pero sabemos que la perdemos cuando nos damos por vencidos y nos retiramos del tablero .

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  3. Por si no salimos de ésta, muy agradecido de haberte leído estos años desde Francia.

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