lunes, 28 de abril de 2014

BUSCAR LOS PROPIOS JARDINES


Al igual que hizo ARS con su narración, cada uno puede construir sus propios jardines secretos, esas parcelas cuyos integrantes solo ven unos cuantos privilegiados, no aquellos ciegos desilusionantes o maltraductores de lo que allí se expone. 
Me contaba alguien que hubo un tiempo en que tan solo veía una serie de ociosas tentativas vitales, una herencia interminable de un círculo que iba cerrándose, muriendo, oliendo a descomposición... En realidad estaba, sin saberlo, en stand by, haciendo antesala de momentos inesperados que desconocía podían hacerse realidad bajo un cielo sin límites. De pronto comenzó a desear belleza en las cosas minúsculas, en las no cosas, en su interior... Y aquel deseo se transformó lenta y pausadamente en la certeza de saber lo que luego supo podía tener. Su mente se vigorizó al ver mapas de territorios definídamente sin los límites que él se imponía: cuando ves los mapas no ves aire, cuando estás en el aire ya no hay mapas, le dijo el Sonámbulo. A ese tipo de jardines debe desearse llegar, a ese paraiso, el último de todos los jardines. Y que la sorpresa se adueñe de tí, porque si algo o alguien ya no te sorprende no es porque le conoces, es porque te importa menos
Dijo Shu Shuemou que saber que no se sabe, es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, éso... es enfermedad. Y yo pregunto, ¿quién es tan inconsciente que busca enfermar conscientemente...?. ¿No será que a veces esperamos la llamada que no hacemos...?

sábado, 19 de abril de 2014

CON UN BLUES DE FONDO

Al fin descubrió que el pasado es un reino de arena en donde o se hunde o se extravía,  donde es imposible escribir porque las dunas se ocupan de enterrar los pensamientos que se temen decir, al tiempo de sentir esa perezosa felicidad que en algún instante se pensó existiera. El Sonámbulo siente que ha de partir, que hay sitios en el mapa que desperdiciará no haber conocido, donde nunca dejará huellas en pieles adormecidas ni en ojos serenos de conciencias eternamente seductoras. Reconoce que sus naufragios siempre han sido conscientes, nunca ignorantes, constantemente batientes de una vida en absoluto huyente, siempre desviviéndola, como este día que nunca más regresará. Será por ello que le interesa lo que leyó en Los nombres del aire, de ARS, en donde escribía de una secta que rompía rocas con la esperanza de encontrar en su interior paisajes o escenas de días y noches atrevidas, ideas que sentían que los humanos pueden apresar en su interior y que los pensamientos más intensos de los hombres, los deseos, se encuentran en su interior. 
Siempre pensó que nunca es positivo seguir a quienes siempre miran lo que pasa, sin saber que éso es lo que pasa... y que jamás han de olvidarse los lugares en donde se ha nacido, por múltiples ocasiones que haya sido. ¿Será por ello que sin horizontes que ver no se ve ni de cerca...?

viernes, 18 de abril de 2014

ENCUENTROS

El mantenimiento entre dos humanos aparentemente distintos, comenta el Sonámbulo, es como las palabras que se introducen en google, variopintas, discordantes e incluso en ocasiones contrarias, y que al pulsar Enter vomitan considerables espacios que los igualan, les facilitan caminar juntos sin torsiones imperativizadoras a desviarse, a dañarse anímica o espiritualmente, a sentirse solos, al contrario de esos números pares o impares que se desencuentran entre sus iguales. Lo comentaba con aquel amigo que ya no está y que siempre permanecerá... que la meta distrae del gozo del itinerario sereno, que prolonga la duración de cada instante. 


Navegaremos para dar un nombre
que os acompañe en las cartas del mar
y sugiera a otros viajeros
una existencia más amable.

(Hacia la mar de Ítaca. José María Barceló. Edit. Huerga & Fierro.)

miércoles, 9 de abril de 2014

MOMENTOS ESPACIANTES



Observa el Sonámbulo cómo parecía que se movía la piedra bajo el agua, como si quisiera salir, y no se movía, la piedra no se movía: solo se movía el agua. Le recordaba la nostalgia de aquellos brazos, las lágrimas que los mojaron sin llegar a comprender el motivo y el por qué... él permanecía silencioso, momentáneamente e s p a c i a n t e. Otros hubieran actuado tan decididos por el miedo que alcanzaran a ser tenidos como valientes. Él no. Él tan solo llegó a pensar que hay días en que ni siquiera lo imposible tiene lugar. 

domingo, 6 de abril de 2014

DESEO IMPERANTE

Mira el sitio el paseante y siente el lugar vacío: arena y viento suplen lo que antes hubo y hoy solo son ruinas inmóviles oferentes de un paisaje parco y estéril. Lo compara con el corazón de los solitarios y desamparados de sí mismos, los debatientes vitales que se preguntan dónde están sus espacios, los que otrora pulsaron conciencias, llamadas que no llegaron a hacerse por si acaso... sin saber que cuando se quiere de verdad, la verdad no sale perjudicada... la biografía se beneficia, aunque ser seleccionado no signifique nunca ser selecto.
El humano espera siempre las caricias de ese destino con la fijeza de sentirse en la certeza de querer ser quien nunca fue y siempre deseó, ¿otra vez el deseo...?, ¿quién creó el deseo...?, ¿quién lo perfeccionó...?, ¿quién puso en marcha esa máquina imperante de peticiones a ese viento que azota al sol para que caliente lo que el amadoamante, la amadaamante, consiga lo que busca con fervor donde esté, posesivamente...?.
Es prudente no esperar nunca demasiado lo que no se puede obtener a vuelta de correo, como no acertar nunca es sinónimo de fracaso. Es solamente preguntar a la vida y descuidar que la batería está descargada. Se nos olvidó cargarla a la corriente... Habla ARS en Los nombres del aire: "Tenía un espejo en su cuarto y si se miraba en él su reflejo le parecía poco, como si el espejo fuera defectuoso y no le diera la imagen de lo más importante de ella, que era la imagen de otra". 
En ello están los pertenecientes a la casta, en enseñar que para que los cambios surtan efecto ha de incluirse en ellos.