Mira el sitio el paseante y siente el lugar vacío: arena y viento suplen lo que antes hubo y hoy solo son ruinas inmóviles oferentes de un paisaje parco y estéril. Lo compara con el corazón de los solitarios y desamparados de sí mismos, los debatientes vitales que se preguntan dónde están sus espacios, los que otrora pulsaron conciencias, llamadas que no llegaron a hacerse por si acaso... sin saber que cuando se quiere de verdad, la verdad no sale perjudicada... la biografía se beneficia, aunque ser seleccionado no signifique nunca ser selecto.
El humano espera siempre las caricias de ese destino con la fijeza de sentirse en la certeza de querer ser quien nunca fue y siempre deseó, ¿otra vez el deseo...?, ¿quién creó el deseo...?, ¿quién lo perfeccionó...?, ¿quién puso en marcha esa máquina imperante de peticiones a ese viento que azota al sol para que caliente lo que el amadoamante, la amadaamante, consiga lo que busca con fervor donde esté, posesivamente...?.
Es prudente no esperar nunca demasiado lo que no se puede obtener a vuelta de correo, como no acertar nunca es sinónimo de fracaso. Es solamente preguntar a la vida y descuidar que la batería está descargada. Se nos olvidó cargarla a la corriente... Habla ARS en Los nombres del aire: "Tenía un espejo en su cuarto y si se miraba en él su reflejo le parecía poco, como si el espejo fuera defectuoso y no le diera la imagen de lo más importante de ella, que era la imagen de otra".
En ello están los pertenecientes a la casta, en enseñar que para que los cambios surtan efecto ha de incluirse en ellos.
Me pregunto si sabrás el alcance de tus reflexiones, el conocimiento de a qué y por qué escribes, sin esperar nada a cambio. Te imagino como un ser intemporal y en algún instante arrepentido de haber empezado a escribir. ¿Sabes cuánta felicidad consigues con tus comentarios...?. Gracias
ResponderEliminar