Leí que:
Si puedes convertirte en espejo, te habrás convertido en meditador. La meditación no es más que la pericia de reflejar. Y ahora, en tu interior, no se mueve ni una palabra, y por ello no hay lugar para la distracción.
Los Sonámbulos han aprendido con el paso del tiempo a valorar lo que realmente no tiene precio, lo que no puede comprarse con euros, dólares o yuanes. Tal vez por eso vivan con la sensación de ser incomprendidos por los que les rodean, por los que no entienden que valoren más el silencio, una conversación inteligente o estar sentados sobre el césped viendo pasar las nubes. Resultan sospechosos...
La meditación acaba siendo imprescindible para el Sonámbulo. Alguien le dijo un día que nunca ya olvidaría: Todo lo difícil debe intentarse mientras es fácil... Y así continúa, meditando.