domingo, 26 de diciembre de 2010

LA HUELLA ARSIANA DEL GRITO.
Releo hoy La huella del grito, de ARS y busco la esencia del por qué le escribió esta obra a Hawa en la que Aziz mezcla el ambiente hammamiano, la permuta con la realidad y la descripción pormenorizada de la sustancia que mece la vida: el deseo. Analiza también una parte que siempre es mal observada por los mortales, nosotros, la impaciencia, el desvelo que acucia y excita al enamoradoamanteamado.

Escribe un pasaje que me exige bucear entre mis recuerdos cuantas veces lo leo: Cada vez que acababan de estar juntos la ciudad se volvía parte de su cuerpo, vínculo material entre ellos, como un inmenso órgano que de golpe los anuda y a cada paso los entreteje. Cuerpo de calles, la ciudad en ellos, calles de cuerpo, por donde caminan unidos, uniéndose.
Leedlo lentamente, paladearlo frente a la llama de una vela mientras escucháis a vuestro Omar Faruk de cabecera...

2 comentarios:

  1. Hola

    Al leer tu post me han entrado ganas de leerlo. Pero supongo que como bien dices, es un libro para leerlo lentamente, sin prisas, asimilando cada palabra.
    Gracias por tu recomendación y aprovecho para felicitarte el año nuevo.

    Un saludo

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  2. Gracias a tí por acercarte a la literatura de ARS. Tal vez, antes, te recomendaría Los jardines secretos de Mogador, trilogía en la que intervienen: En los labios del agua y Los nombres del aire. Los tres en Alfaguara. Son hinóticos. Te gustarán, seguro, Olga.
    Y recibe también todo mi entusiasmo para que todos tus deseos se cumplan en el 2.011.

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