LA HUELLA ARSIANA DEL GRITO.
Releo hoy La huella del grito, de ARS y busco la esencia del por qué le escribió esta obra a Hawa en la que Aziz mezcla el ambiente hammamiano, la permuta con la realidad y la descripción pormenorizada de la sustancia que mece la vida: el deseo. Analiza también una parte que siempre es mal observada por los mortales, nosotros, la impaciencia, el desvelo que acucia y excita al enamoradoamanteamado.
Escribe un pasaje que me exige bucear entre mis recuerdos cuantas veces lo leo: Cada vez que acababan de estar juntos la ciudad se volvía parte de su cuerpo, vínculo material entre ellos, como un inmenso órgano que de golpe los anuda y a cada paso los entreteje. Cuerpo de calles, la ciudad en ellos, calles de cuerpo, por donde caminan unidos, uniéndose.
Leedlo lentamente, paladearlo frente a la llama de una vela mientras escucháis a vuestro Omar Faruk de cabecera...