Existen autores que escenifican como pocos con sus palabras lo que la mente desea transmitir. Es el caso de Cristina Peri Rossi. En uno de sus poemas que titula VEN, dice:
La noche es breve para quienes
sueñan prolongarla
y olvidar el día
y yo conozco
otra manera de eternizarla
más que acariciarte
más que me acaricies
y en medio de los besos
me digas "te esnifas el tiempo"
y yo te conteste
"un día es largo como un siglo"
si no te toco
si no me tocas
........
Y es que, al igual que afirma mi amigo Manuel, Cristina es de los que opina que los mediterráneos, incluso los hispanoamericanos, los que descendemos de errantes mezclas de sangres vivas, precisamos tocar y ser tocados, minuciosamente o asilvestradamente, pero con la creencia de poseer el crédito vital bajo mínimos para ser certeros en no olvidar ningún mensaje en nuestra epidermis, incluso el que se hace olfativo por la fricción.Y también creo que la noche es la fase del día más propicia en presenciar ausencias. La noche siempre debería ser de Scherazade. Hasta para dejar de ser quien se es con la luz del sol.
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