sábado, 28 de enero de 2017

RELEER APASIONADAMENTE


Releer Nueve veces el asombro, de ARS, es revivir, renacer, recrear experiencias escuchadas o vividas con la intensidad de quien solamente ve lo que siente, y siente lo que ve. En su capítulo Veintiocho, habla de lo que en Mogador se siente cuando el aire entra y se conserva cautivo en el interior de sus habitaciones, y que el placer en Mogador se origina minuciosamente (¿o debería decirse minuciosamante?), por un deseo devorador. Cuando una mujer desea a alguien y se le aprecia en la mirada se dice que "ella mira con aire". Son aquellas miradas que brotan en la nuca y que incendian los ojos con oleajes insinuantes de sirenas.

Caminar por la ciudad del deseo es introducirse en un torneo de previsiones inesperadas, como en la vida misma en que las metas, si no son deseadas, son solamente llegadas. 
Me contó alguien que me precedió a mi llegada a Mogador, que sin pasión, nada llega a ser ni siquiera vulgar, éso que abunda e inunda las vidas de muchos y que aún peor, lo ignoran hasta que llega la parca a por él/ella. 

La pasión no puede ocultarse aunque no sea visible, se exterioriza con cada gesto, con cada palpitar de un corazón que asusta de cómo respiran sus latidos. Y lo que es peor... no se quita ni con una ducha.

viernes, 13 de enero de 2017

SERÁ QUE VIENE UN FRÍO POLAR PORQUE ME DIO POR PENSAR



La vida se nutre en ocasiones de seres que transitan por ella sin que uno mismo entienda que nunca llegarán a ser residentes sino que serán ambulantes solamente. 
Leí a un excelente escritor español, muy british siempre en sus pensamiento, decir que él los consideraba como "conocidos transitorios", personas con las que no se va más allá  de conversaciones, cenas o comidas, estancias breves, de unas semanas o incluso meses, pero que cuando desaparecen no se echa de menos su ausencia, aún aceptando que en una época concreta se interdependa mutuamente como apoyo. Más aún, se supone esta circunstancia es mucho más característica cuando se produce estando fuera de la ciudad o el país habitual. Entonces, la intensidad sí que es mucho mayor. Y en ningún instante he hablado de que se produzca relación sexual. Solamente, ¡que ya es!, solamente, relación social.  Sin embargo, en todos los casos, la pregunta podría ser si la relación hubiera sido la misma si el espacio hubiera sido más estable, no tan ausente, ¿se hubiera dado un paso hacia adelante al aceptar que viendo a lo lejos su figura, al acercarse hubiera comprobado que había algo más...?.
Siempre el humano es un conglomerado de vivencias que resultan obsoletas o incendiarias cuando se miran hacia atrás. En un siglo en el que se habla de la física cuántica, la incertidumbre parece haberse convertido en el gran enemigo de los pensadores, y sin embargo, siempre ha sido su fuente de inspiración, al igual que la duda, tan desprestigiada hoy. No es sexy, dice Victoria Camps, autora del magnífico libro, Elogio de la Duda. Hoy se valora por encima de todo la infalibilidad, aún cuando todos sabemos que una proposición solamente puede ser científica, como afirmaba Karl Popper, cuando es refutable. La duda es emoción, y sin ella no merece la pena ningún esfuerzo. En nada.