Escribe ARS en Los nueve bonsáis en su nº 3:
Soy esa agua terca
que busca de noche y día
todas tus raíces.
, y en su nº 7, cabalístico siempre:
En tu sol negro
con ansia me devoras
grito encendido.
Y entiendo su lenguaje, sereno y enérgico, líricamente prosáico, pero nunca ordinario ni aún menos tosco. Entreteje su pensamiento delirante siempre teñido de deseo, jamás indiferente, y progresivamente templado de pasión silenciada a los cuatro vientos por palabras que han de esforzarse en ser leídas, reflexionadas, entendidas y llevadas a cada propia vivencia. Los momentos perdurables, miradas, tactos, sonidos siempre inmortales ayudan a devorar esa vida de la que algunos/as tardan eternidades en despertar... Ayuda desvivir la vida para aprender a vivirla el tiempo que resta.
Alguien me dijo que si supiera que no iba a morir, escribiría menos...