domingo, 21 de diciembre de 2014

PACIENCIA

Escribió Herman Hesse que "la naturaleza, el crecimiento, la paz, la prosperidad y la belleza del mundo se fundamentan en la paciencia". Y es complicado para el humano... 

Paciencia para saber que algo llegue o se vaya, para que alguien haga por nosotros aquello que ya no podemos hacer, o para ver cómo aquél se equivoca sin intervenir ni inmiscuirnos dando consejos que no nos ha solicitado o no quiere oírlos, o paciencia para aguantar a los que se impacientan ante nuestra cada vez mayor lentitud porque entendemos que las cosas han de transcurrir como nosotros pensamos debe ser, con su timing...
La lentitud es el arte de la paciencia. Y en la paciencia está lo que cada vez más entendemos está la perfección.
Ser serenos es sentir crecer, al contrario que el que la impaciencia sufrimiento sin sentido (¿alguno lo tiene?). Quien es paciente es el que goza del presente sin precipitarse al incierto futuro.

En los hammams, la suaves humedades que envuelven a los que los visitan nunca pueden ser turbados por las prisas, no son buenas consejeras. Quienes se introducen en esas interioridades conocen la delicadeza que deben prestar a su cuerpo para disponerlo al hipotético  amor que les espera. Deciden mimarlo para conocer el contraste con otras manos, otros susurros que le transmitan sus deseos. También entonces la paciencia es obligada. Posiblemente, también por ello, Mogador es la ciudad de la paciencia.

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