sábado, 23 de agosto de 2014

SOBRE QUE HAY AMORES ETERNOS QUE DURAN LO QUE DURA UN CORTO INVIERNO.

Cuenta Joaquín Sabina en una de sus excelentes canciones que hay amores eternos, que duran lo que dura un corto invierno. Posiblemente por eso la aparición de la frustración en el humano, por esa terrible sensación de no poseer lo que verdaderamente no existe o solamente existió en su imaginación. Y es que saber que no se sabe, es humildad, pensar que uno sabe lo que no sabe, es enfermedad. En el mundo del deseo del humano es un acto repetitivo someterse al extremo de ser más de lo que se cree. Ya Confucio dijo: "Exígete mucho a tí mismo y espera poco de los demás. Así te evitarás disgustos", pensamiento siempre actual que entierra la desatinada opinión de que todo lo que ayer se dijo es solamente... pasado. También Gracián insiste en ello en su Arte de la Prudencia. 
Sin embargo me pregunto: ¿qué sería del que solo acepta su realidad?, ¿de que no existen jardines por cultivar, manantiales donde saciar la sed, aires nuevos que sentir o fuegos para calentar sus crudas realidades?. Tengo mis dudas... Quiero que el humano sienta el asombro de que hay más mundos que el que habita, que sea educado imaginativamente en los sentidos que solo él tiene, algunos incluso entre los más inesperados, que lo haga metódica , lenta, sistemática y rítmicamente para sentir la experiencia de un éxtasis, humilde y soberbio al mismo tiempo, como Zaydún lo hizo en su vida, dándose sin esperar.

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