domingo, 24 de agosto de 2014

TALISMÁN

Cada vez estoy más seguro que el humano tiende a minusvalorar lo que no comprende, de lo contrario quedaría en evidencia, le inquietaría la imagen que ve en el espejo. Y es inentendible que suponga creer que sea omnipotente, aunque reconozca que los satisfechos tienen la mirada perdida y que no precisen estar ante el acecho de lo desconocido o del porvenir.

Siempre es positivo contar con un talismán, por mucho que se entienda el falso poder que posee su magnetismo, su magia. En uno de los libros de ARS, En los labios del agua, habla que un día, cuando iba a entrar en la Medina, un niño le pidió unas monedas por un talismán que le protegería de todo mal. Aún sabiendo de la vacuidad de tal propósito decidió comprárselo. Era una mano de Fátima (objeto que lamentablemente ya sería Made in China...), algo que podía adquirirse en cualquier tiendecita y que los turistas compran cuando visitan  tierras árabes. Posiblemente le llevó a adquirirlo por el deseo del niño a apartarle de cualquier daño que pudiera acecharle. Es en donde se entiende la fragilidad del humano, en la precariedad de quien se sabe insatisfecho de ser quien es porque se sabe engañado y aún así presuntuoso de tener ese don invisible para los demás que le resguarda de sufrir. Porque no se ha nacido para sufrir sino para gozar, para sentirse satisfecho de lo que hace o dice para el otro, el que sea. Ser hedonista no es malo, no; es el fiel de la balanza que nos hacer sentir de otra forma, de una manera más sosegada, más diacepanescamente fisiológica.
Y es que los Sonámbulos desean creer en el deseo de otros con igual intensidad que la del suyo propio, el que les hace beber las lágrimas de su amadaamante aunque sepa que no es agua potable y que los sinsabores son siempre amargos.
Nuestro talismán, realmente, somos nosotros mismos. No nos engañemos.

sábado, 23 de agosto de 2014

SOBRE QUE HAY AMORES ETERNOS QUE DURAN LO QUE DURA UN CORTO INVIERNO.

Cuenta Joaquín Sabina en una de sus excelentes canciones que hay amores eternos, que duran lo que dura un corto invierno. Posiblemente por eso la aparición de la frustración en el humano, por esa terrible sensación de no poseer lo que verdaderamente no existe o solamente existió en su imaginación. Y es que saber que no se sabe, es humildad, pensar que uno sabe lo que no sabe, es enfermedad. En el mundo del deseo del humano es un acto repetitivo someterse al extremo de ser más de lo que se cree. Ya Confucio dijo: "Exígete mucho a tí mismo y espera poco de los demás. Así te evitarás disgustos", pensamiento siempre actual que entierra la desatinada opinión de que todo lo que ayer se dijo es solamente... pasado. También Gracián insiste en ello en su Arte de la Prudencia. 
Sin embargo me pregunto: ¿qué sería del que solo acepta su realidad?, ¿de que no existen jardines por cultivar, manantiales donde saciar la sed, aires nuevos que sentir o fuegos para calentar sus crudas realidades?. Tengo mis dudas... Quiero que el humano sienta el asombro de que hay más mundos que el que habita, que sea educado imaginativamente en los sentidos que solo él tiene, algunos incluso entre los más inesperados, que lo haga metódica , lenta, sistemática y rítmicamente para sentir la experiencia de un éxtasis, humilde y soberbio al mismo tiempo, como Zaydún lo hizo en su vida, dándose sin esperar.

lunes, 18 de agosto de 2014

DESTINO


El Sonámbulo es de quienes creen en el destino, desde que creer supone un riesgo difícil de ser propuesto, incluso para uno mismo. 
El destino suele ser furtivo, no hace ruido, finge no moverse, incluso la cara del contagiado por la fiebre de esta enfermedad secular nunca denota su significado... Más aún, el destino es inelegible, se cumple. Se disfrazará de espacios, cabellos destrenzados, piernas o brazos inasibles, pero habrá un instante, en la soledad de quien se siente frágil, perecedero, que sabrá que nació para ser quien desea ser... esa sensación que envuelve a quien pasea bajo la lluvia y no es mojado, que resbala sobre él, como en Taunggyi, donde la lengua transparente de las aguas y aquel vapor dulce, como el aliento de un buey, cálidamente exhalaba de los árboles un olor a naturaleza, a no querer nada más que estar ahí, en la quietud de un silencio que crecía por momentos mientras los elementos misteriosos de corazón a corazón, de carne a carne determinaban la alegría de saberse el elegido a seguir su... destino.
Ya todo consumado no influirá más nada en ser pasto de gusanos o de ojos corroídos por el mar: tú y yo ya fuimos devorados en un único incendio, aquel del que los tabloides nunca imaginarían. 

viernes, 15 de agosto de 2014

LOCURA DELIBERADA



Al Sonámbulo le dicen en muchas ocasiones que temen perder la cabeza. ¿Dejar de ser como los demás?, les contesta, ¿o poner ante la cara de los demás el fracaso... que no toleran ver... ellos?. 
La mente no es un PC, ni un banco de datos de concurso de televisión, ni un coleccionista con anteojeras que le cieguen a lo que no es su propio coleccionismo... La mente es libertad, y en ello, el pensamiento y el corazón son esenciales. Lo que huele a intolerabilidad debiera ser apartado del diccionario. La mente, nuestra mente, es el único instrumento con que el humano cuenta para encontrarse cara a cara con su autenticidad y con la autenticidad de la vida. Si el instrumento es pusilánime, angosto, miserable o mezquino, cuanto de él emane también lo será. Es así.  Por ello, ¿qué es perder la cabeza...?, ¿por quién...?, ¿por qué...?. Ver estrellas donde solo hay estiércol, o amor donde aún no lo existe no es signo de locura, no. Es signo de esperanza, aunque llegue cuando no se le esperaba.
Al contrario otros me dicen que están carentes de deseo, están... anhedónicos. (Ya de por sí la palabra es... fea). ¿Y qué es el deseo si no simplemente una locura malpasada por el filtro de la razón...?. . Quien desea nunca está en la realidad, sino en la imaginación desbordante de un aprendiz de dandi. Que a veces llegue muy tarde y se vaya muy temprano no es motivo para no caer deliberadamente en la locura...

sábado, 2 de agosto de 2014

REPOSO NECESARIO



Las respuestas inmeditadas, suelen conducir al fracaso. Éso se aprende viviendo. 
Las que se ven imbuidas por ese volcán interior que hace ser sanguíneo antes que flemático (un poquito) precisan un minúsculo reposo...siempre. 
Invariablemente se ha dicho que dejar enfriar (un poquito)  los sentimientos, los hacen más intensos, más sinceros, con menos dosis de arrepentimiento en el caso de que éste se produzca. El frío, he aprendido, mantiene serena el alma, la equilibra, e incluso le da fuerzas para sentir de nuevo con mayor firmeza. De lo contrario, cada cual hace su propio e insustituible ridículo. Me hace revisar que nunca hay que olvidar los lugares en donde se nace (las veces que sean...). Y es que hablar, pensar, o hacer cualquier cosa con el cerebro, con la mente a rebosar es como hacerlo con la boca llena: mala educación.

En el mundo de las relaciones afectivas, en el amor, sea el que fuere, interviene enormemente ese instante en el que la mirada, como ya he dicho en muchas ocasiones, se cruza entre los futuros amadosamantes. Es lo que en Mogador, como dice ARS, cuando una mujer desea a alguien y ese deseo lo pone en ojos sonrientes y brillantes se dice que "ella mira con aire". Es un instante que se siente como un stop de vida, como una mutación viviente con el sentido de apertura de una puerta virtual hacia quien ha elegido. También en el hombre sucede. Menos sutil, más mordaz y poco imaginativo, tal vez, pero existente. En los dos, en cambio, si lo que existe es receptivo, existe el frío al que hay que asistir, a la calma que suscita la necesidad de lograr la metamorfosis deseada.