domingo, 29 de mayo de 2011

CAMBIOS.

Entender los cambios que la persona siente debe ser posiblemente el acto más inteligente que le acompañe. Creo que transformarse en otro nuevo, en algún instante de nuestra vida, es sorprendente para uno mismo. Saber que se suelta lastre para avanzar en tu camino es sabiduría. Lo he dicho en otras ocasiones: conocerse es el fin. 
En los sesenta, Mogador se llenó de éstos. No se entendía lo que más tarde sí se entendió. Serían maneras distorsionadas de cómo se ha hecho más tarde, sí, sin necesitar estímulos químicos para tener la conciencia del momento. Se aprendió a buscar el razonamiento de forma natural.

Leí una vez de Natsume Soseki que: Cuando la lámpara se apaga, las primeras estrellas entran por la ventana.

¿Por qué Mogador se eligió y se elige para metamorfosear nuestros espíritus?. 

Probablemente cada uno sienta su deseo para acudir a la ciudad de los sueños pero lo que sí es concluyente es que la unidad de criterios tras conocerla es una realidad. Por algo será. Posiblemente porque se muta, se cambia.

2 comentarios:

  1. Me dan ganas de conocer Mogador a través de tus escritos. ¿Encontraré lo que busco?

    ResponderEliminar
  2. Siempre el que va a Mogador encuentra lo que busca.

    ResponderEliminar