Alguien me preguntó mi edad
al ver canas en mis sienes.
Le respondí: "Sólo cuento que he vivido un momento
pensando justa y razonablemente"
(De: El collar de la paloma. Ibn Hazm de Córdoba)
También el deseo es inacabado con la edad. Nada tiene que ver con los años. Solamente la motivación, el interés por seguir vivo importa, nada más que la sensatez de pensar que la vida es finita y la esencia es eterna.
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